El reconocimiento del vicegobernador de que las asimetrías en los subsidios y la crisis del transporte de pasajeros “es una pelea muy desigual”, marca la profundidad del problema, porque ningún responsable parece tener fuerza suficiente para impulsar un cambio de las cosas. “Hemos visto que tanto senadores nacionales de Tucumán, tanto de nuestro espacio como de la oposición, presentaron proyectos en el Congreso. Los empresarios hicieron gestiones. (El gobernador saliente Juan) Manzur y Jaldo hicieron gestiones a nivel nacional. Evidentemente la pelea es muy desigual. Y esto lo digo donde hay un Gobierno nacional que es nuestro: creo que tienen que empezar a obrar y a ver con un poquito más de federalismo en lo que es el transporte público de pasajeros”, sostuvo.
Estas reflexiones se dan en el marco de la profundización de las medidas de fuerza en el sector. A la restricción del servicio que aplican los empresarios para utilizar menos los colectivos dado que, según han explicado, no pueden cubrir los costos, se añade ahora la protesta de choferes, que durante cuatro horas paralizarán el servicio hoy. Se trata de un quite de colaboración en el marco de un reclamo por demoras en el pago de salarios y en el bono dispuesto por el Gobierno nacional. La protesta, por cierto, caotizará todas las actividades y el traslado de los usuarios, que ya se ven sumamente afectados por la restricción de los servicios.
Los empresarios dicen que se tratará de evitar la medida de fuerza, pero advirtieron que el problema de los costos en el sector llevó a un escenario crítico y que no están en condiciones económicas de afrontar el bono y la diferencia salarial de abril y mayo. “Hay empresas que están quebradas”, dijo un directivo de Aetat. El empresario reiteró el pedido para que se busquen “soluciones” a través de una mesa de diálogo, con representantes de las distintas órbitas del Estado, de los trabajadores y de las propias concesionarias. “El gobierno no puede seguir metiendo el problema del transporte bajo la alfombra”, dijo, y cuestionó la “asimetría injusta para le interior del país”, dado que, explicó, AMBA percibió este mes $70.000 millones en subsidios nacionales por compensaciones tarifarias, “contra $9.000 millones a distribuir entre 23 jurisdicciones del interior”. Lo mismo plantea la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (Fatap), que advierte sobre la inminente “paralización” del servicio en el interior del país. “La ecuación económica está quebrada, como consecuencia de un grave desequilibrio entre los ingresos -desactualizados e insuficientes- y los costos de la operación, que se incrementan sin control”, dice.
Si el mismo vicegobernador reconoce que “arrancamos con un problema de fondo que no está a nuestro alcance hoy, pero sí que lo estamos gestionando a nivel nacional”, si los ministros de transporte de las provincias reclaman que el Gobierno nacional termine con las asimetrías, corresponde tomar el toro por las astas y encarar una estrategia con medidas y reclamos contundentes, más allá de las diferencias políticas, para comenzar a cambiar las cosas. La situación es terminal, y todos resultan perjudicados. No caben la resignación ni el inmovilismo, y mucho menos aceptar que se hayan naturalizado las medidas de fuerza.