En este contexto actual en el que los adultos mayores tienen haberes previsionales exiguos, sobre todo comparados con los ingresos que tenían en la etapa activa quienes trabajaron y aportaron durante 30 o más de 30 años, y además un haber mínimo previsional, el cual percibe el 70% de los beneficiarios del sistema o régimen general. Este desde hace casi cuatro años se viene añadiendo un bono de refuerzo, precisamente porque el monto es muy bajo y porque con los aumentos no alcanza a equiparar a los índices inflacionarios; es menester analizar el funcionamiento del sistema en general.
Los que aportaron 30 años
Una vez que ingresan al sistema previsional ya jubilados, como es sabido, cuantos más años de aportes se logran acreditar por sobre los 30 años, mayor será el haber previsional, con el tope del haber máximo; esto en el caso de los trabajadores en relación de dependencia, pero, quienes trabajaron y aportaron como trabajadores independientes; tendrán un haber previsional que no guarda relación con los ingresos o niveles de facturación, ya que el mismo, una vez jubilado estará alrededor del haber mínimo previsional.
A su vez, por ley de movilidad previsional y contemplando que cada tres meses se incrementan las prestaciones previsionales, como lo venimos viendo y, al decir del propio gobierno nacional cuando otorga los bonos de refuerzo para beneficiarios de haberes mínimos: los ingresos de los jubilados y pensionados vienen perdiendo poder adquisitivo a medida que pasa el tiempo, ya que la fórmula de cálculo de la movilidad da como resultado, porcentajes trimestrales por debajo del índice inflacionario de igual período.
Los que aportaron pocos años
En general, desde que existe alguna de las leyes de moratorias previsionales, el 70% de los jubilados accede al beneficio previsional completando años de aportes a través de esta modalidad. La gran mayoría accede al haber mínimo previsional, excepto aquellas personas que tenían muchos años trabajados y aportados y se adhirieron a la moratoria por pocos años faltantes.
Son estos titulares de beneficios a quienes además del haber mensual, y el porcentaje de aumento, se les otorga un bono de refuerzo a fin de que no pierdan ante la inflación. Por ende, podemos deducir que el resto, es decir quienes no tienen bonos adicionales, sí pierden ante los incrementos de precios en general.
Esta situación del otorgamiento de bonos extraordinarios a algunos beneficiarios del sistema y a otros no, cuando todos tienen el mismo derecho no solo de acceder a la jubilación o pensión, sino de contar con incrementos adecuados a la situación de cada uno; genera una inequidad que hoy está materializándose en acciones judiciales.
Para poder ver con mayor claridad el concepto, podríamos analizar solo este trimestre: septiembre – noviembre; en el cual todos los beneficiarios del sistema general tienen un aumento de sus haberes del 23,29%; pero sólo los beneficiarios de haberes mínimos un bono adicional por cada mes durante los tres meses de $37.000.
Si el haber mínimo previsional es de $ 87.480, los $ 37.000 significan un 42,29% más sobre el haber previsional, lo cual no posee el resto de los titulares de beneficios previsionales del sistema, por el solo hecho de percibir un haber superior, que en definitiva es el que corresponde por los años de aportes trabajados y aportados.
Los adultos mayores ven afectados sus ingresos con el paso del tiempo, precisamente porque los aumentos no guardan relación con los índices inflacionarios y la situación de la economía en general en nuestro país.