El imputado de haber asesinado de un disparo a Ceferino Cristian “Kelele” Salinas (25 años), a la salida de un festival en Trancas el domingo a la madrugada, estará bajo prisión preventiva durante cuatro meses mientras continúa la investigación del caso.

La auxiliar de la Unidad Fiscal de Homicidios II, Luz Becerra, siguiendo instrucciones del fiscal Carlos Sale, acusó a Jorge Luis Chavarría de ser el autor del delito de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego. Según su teoría, el lunes 11 de septiembre, a la 1 de la madrugada aproximadamente, Salinas y Chavarría protagonizaron una pelea a la salida de un festival realizado en el club La Colonia, ubicado frente a la ex ruta 9. En medio de la disputa Chavarría se dirigió hacia su vehículo Ford EcoSport negro, sacó un arma de fuego que estaba guardada debajo del asiento, se la colocó en la cintura y luego, con intenciones de causarle la muerte, le efectuó un disparo en la cabeza a Salinas, que falleció de manera instantánea. Posteriormente, se subió al vehículo y emprendió una rápida huida en dirección sur por la ruta nacional 9.

Para probar esta versión, Becerra expuso una serie de evidencias que la fiscalía logró recolectar hasta el momento de la audiencia, como ser las actas de intervención de la Policía de Trancas y Choromoro, el informe realizado por el ECIF, el informe preliminar de la autopsia y entrevistas testimoniales. Las más importantes fueron las declaraciones que brindaron dos allegados del imputado.

El primero fue el relato de su sobrino, P.C., que situó a Chavarría en el lugar del hecho. También dijo que él estaba en el festival junto al acusado, sus hijos y su mujer, y que al finalizar el evento comenzaron a consumir bebidas alcohólicas en la vereda del predio. Cuando estaban ahí “llegó el chango que falleció, nos pidió hielo y se quedó un rato; tanto mi tío como él estaban machados”, citó la auxiliar fiscal. P.C. se retiró por unos minutos y cuando regresó pudo observar que su tío estaba discutiendo con “Kelele”. “Mi tío le decía que no se haga el canchero con la Giselle; al rato comenzaron a pelear, parece que (Salinas) se había desubicado con ella mientras estaban bailando, algo habrá hecho que mi tío reaccionó y la celó a la mujer. Pelearon un rato, se pegaron dos secos cada uno y de ahí el chango que después se murió se fue hacia una orilla. En ese momento mi tío fue hacia la EcoSport y sacó un arma chica de color plateado, creo que era un revólver, y se lo puso en la cintura. Pasaron unos minutos, se tiraron la bronca y cuando ya me estaba yendo escuché un disparo, me di la vuelta y vi que mi tío se fue corriendo con un arma en la mano, se subió a la camioneta y salió con toda para su casa”.

El otro testimonio clave fue el que brindó D.H., hermano de un policía. En su declaración dijo que el martes a las 7.30 Chavarría se acercó para decirle que lo buscaba la policía. A las 16.30 D.H. le avisa en la comisaría de Choromoro que había encontrado un revólver gris, escondido debajo de una piedra cerca de donde había estado horas antes Chavarría. “Esta podría ser el arma que usó el imputado”, dijo la representante del MPF.

Acto seguido solicitó que Chavarría sea sometido a seis meses de prisión preventiva por considerar que existe el riesgo de fuga y para preservar el proceso de la investigación. “Es necesario neutralizar el riesgo de amedrentamiento hacia los testigos; estamos hablando de un pueblo chico, que esto fue a la salida de un festival; deben resguardarse los testimonios”, fundamentó.

La abogada defensora, Cecilia Ruiz, no se opuso a la medida de coerción pero sí al plazo ya que lo consideró excesivo, por lo que solicitó que sea de cuatro meses.

Finalmente, el juez Guido Buldurini hizo lugar al pedido de la defensora y ordenó que Jorge Luis Chavarría cumpla con cuatro meses de prisión preventiva. (Producción periodística: Micaela Pinna Otero)