Cuatro años y una pandemia después, Los Pumas están otra vez a las puertas del debut en un Mundial. Y da la sensación de que en esta oportunidad las perspectivas del seleccionado argentino son bastante mejores a las que tenía en la previa de Japón 2019, a pesar de que en aquel entonces le asistía el impulso de la final de Súper Rugby alcanzada por Jaguares unos meses antes, algo que en esta antesala no es más que un grato recuerdo.

Hay varias razones para esperar una historia distinta al absoluto naufragio que fue el Mundial anterior. La primera es que esta vez el capitán al mando del barco es un viejo lobo de mar, que habla otro idioma pero que de rugby sabe como pocos: Michael Cheika. El australiano tomó la posta a principios del año pasado tras la ¿renuncia? de su ex entrenador asistente en los Wallabies, Mario Ledesma, cuya relación distante con los jugadores y ciertas decisiones técnicas poco comprensibles desembocaron en el desastre que fue la eliminación en primera fase, algo que no ocurría desde Australia 2003. Desde la asunción de Cheika, Los Pumas recuperaron la confianza y crecieron notablemente en su juego, además de que hubo nuevas oportunidades a jugadores poco considerados por Ledesma, como fue el caso del tucumano Mateo Carreras.

Otra cuestión no menor fue que en esta ocasión a Los Pumas les tocó una zona menos complicada que en Japón, donde habían caído en el “grupo de la muerte” junto a Francia e Inglaterra. En Francia 2023 (cuyo sorteo se realizó, extrañamente, tres años antes del Mundial), la única potencia que deberán enfrentar en primera fase es Inglaterra, rival del debut, que para colmo llega en un mar de dudas. Si bien Japón y Samoa (que cuenta con tres ex All Blacks en el plantel) también pueden ser rivales complicados -no así Chile, que va a sumar experiencia- la clasificación de Los Pumas a cuartos de final no debería correr peligro. Más aún: si derrotan hoy a “La Rosa”, tienen todos los números a favor para hacerlo como ganadores del grupo D. Y dado que los cuatro principales favoritos están del otro lado del cuatro, en cuartos debería cruzarse con Gales o Australia, rivales a los que tiene con qué ganarles.

La tercera razón es el equipo en sí. Se trata de un plantel muy equilibrado y sólido en todos los sectores de la cancha, al punto de darse el lujo de prescindir de un jugadorazo como el concepcionense Matías Orlando por abundancia de opciones en el centro de la cancha. Quizás el único puesto con escaso recambio es el de 10: Cheika sostuvo la decisión de Ledesma de poner a Santiago Carreras en un puesto que no le era natural ante la falta de continuidad de Nicolás Sánchez, afectado por varias lesiones. Y aunque el cordobés ha ido ganando confianza y sintonía en la conducción, sigue mostrando falta de tino en la toma de algunas decisiones, en especial las que tienen que ver con el juego posicional. Y dado que Cheika decidió no llevar una tercera opción de apertura (hubiera sido el tucumano Tomás Albornoz), tal vez se vea obligado a improvisar con Juan Cruz Mallía o Emiliano Boffelli llegado el caso.

Hablando de Boffelli, su significativa mejoría en las patadas a los palos después de la serie contra los escoceses el año pasado es otro plus. El rosarino tiene un cañón al que le ha afinado la mira con mucha práctica.

Por todo eso, es dable pensar en que Los Pumas bien pueden soñar con otro podio francés, como en 2007. Así lo piensa también el ex Puma Benjamín Macome: “a semifinales llegamos con buenos cruces. Tengo fe en que pueden quedar entre los tres mejores”.

PUNTOS DE VISTA

Ojalá den el batacazo

José Santamarina

Jugó los mundiales de 1991 y 1995

El rugby es un juego muy lógico, en el que hay menos margen para la sorpresa que en otros. El equipo que domina las formaciones y la defensa suele ser el que gana. Y me parece que hoy hay cuatro equipos que son superiores a Los Pumas en las formaciones y en el juego en general: Sudáfrica, Nueva Zelanda, Francia e Irlanda. Por prestigio propio, porque están jugando mejor o  porque tienen un banco de suplentes con mejores opciones. Me parece que a nosotros nos está faltando un jugador de clase mundial en la conducción. Ojalá se destape Santiago Carreras, o que Nicolás Sánchez pueda recuperar su mejor nivel. Creo que hoy estamos a la altura de un Escocia, por ejemplo. Para volver a meter un podio, necesitaríamos algo de suerte y que no se dé la lógica. Ojalá den el batacazo.

Los veo en semifinales

Gabriel Ascárate

Ex centro de Los Pumas y de aguares

Estoy entusiasmado con este Mundial. A diferencia de otros, esta vez el equipo llega con cuatro años de la mejor competencia del mundo, no sólo por el Rugby Championship, sino también porque los jugadores vienen compitiendo en las mejores ligas del mundo y son importantes en sus clubes. Hay un muy buen liderazgo, con Julián Montoya y Pablo Matera a la cabeza. El equipo está muy parejo en todas sus líneas, con buenos cambios en el banco y un gran nivel físico. Aparte tienen un buen pateador, algo que es muy importante en los Mundiales. Por eso los veo en semifinales. Ojalá que lleguen a un podio, y ni hablar si llegan a la final. Me duele en el alma que no esté “Tostao” (Matías Orlando) en el equipo, pero ya está, ahora hay que acompañar y ser un hincha más.

Pueden llegar al podio

Julio Farías

Jugó el Mundial de 2011

Creo que Los Pumas están en condiciones de terminar entre los tres mejores, sin ninguna duda. Hay una continuidad en la preparación ya desde hace varios años, hay una gran calidad en los jugadores, muchos de ellos están jugando su segundo Mundial juntos, y algunos están incluso desde antes. Son todas ventajas. Además hay varios que están jugando en el rugby de Francia, y lo conocen muy bien, más allá de que son todos súper profesionales desde hace rato. Los Pumas están entre los mejores equipos del mundo. Lo que sí, siempre tengo la misma duda: son como una caja de Pandora. A veces se llega de una manera y por caprichos y decisiones que no se entienden, todo sale al revés, como pasó en 2019. Pero creo que hoy Los Pumas están para un podio.