La franquicia El Conjuro construyó una serie de películas de terror sobrenatural, a partir del filme inicial de ese nombre. Si las primeras entregas estuvieron centradas en las experiencias paranormales reales del matrimonio de psíquicos Ed y Lorraine Warren, luego se amplió a otra clase de guiones (con las tres “Annabelle” y “La maldición de La Llorona”) con los cuales se consolidó como una marca registrada en el género, infaltable en los estrenos semanales en los cines ya que es uno de los que más público convoca a las salas. El resultado es una recaudación entre las ocho películas ya lanzadas de más de U$S 2.100 millones, frente a un costo de producción de U$S 178 millones, lo que convierte las sagas creadas en un fenómeno de rentabilidad de taqulla global. Y todo se potenciará con la nueva entrega.

Hoy llega “La Monja II”, secuela del filme de 2018; si la primera se centraba en las monjas de un monasterio en Rumania durante los años 50 que luchaban contra el demonio Valak (el suicidio de una religiosa había dado pie al inicio de la trama), ahora se sigue a su protagonista, la hermana Irene, en un combate previo con ese ser diabólico.

Pasaron cuatro años desde el episodio de la abadía rumana. Irene ahora se instala en Francia, donde un sacerdote es asesinado dentro de una escuela católica, con el alumnado aterrorizando por manifestaciones extrañas, especialmente la desamparada Sophie. La religiosa descubre lo que está pasando y, tal como se anuncia en los anticipos, entiende que Valak era inicialmente un ángel que fue castigado por Dios y se volvió un poder maligno.

Durante el desarrollo del guión, hay guiños con el resto del Universo El Conjuro a través de Valak, que aparece en otras de sus producciones. El elenco de “La Monja II” está integrado por Bonnie Aarons, Taissa Farmiga (la hermana menor de la actriz Vera Farmiga, quien interpreta a Lorraine Warren en la su saga), Jonas Bloquet, Katelyn Rose Downey y Storm Reid, bajo la dirección de Michael Chaves, quien tiene trayectoria dentro de filmes de este estilo. La historia original es de Akela Cooper, coguionista con Ian Goldberg y Richard Naing.

La productora que lideran Peter Safran y James Wan no se detendrá acá. Para 2024 se espera a “El conjuro: últimos ritos”, para cerrar el camino de los Warren, y para 2025, la tercera “La Monja”, mientras apuestan a crear nuevos personajes y desarrollar historias que refresquen sus proyectos, para lo cual incluso recurren a concursos públicos de ideas. Incluso se espera un próximo lanzamiento de una serie en Estados Unidos, a través del streaming de Warner Bros. Hace seis años, ya tuvieron una experiencia con cortometrajes en televisión.

Diversión infantil

La restante novedad de la jornada es una película animada. “Guardianes de museo” sigue a un joven gato llamado Vincent, quien en compañía del ratón Maurice, escapa de la inundación en un viejo clavicordio. Unos marineros rescatan a ese instrumento musical y lo envían a San Petersburgo, donde acaba en el prestigioso museo Hermitage.

Allí, Vincent conoce a un escuadrón felino de élite que lleva siglos protegiendo las obras de arte del ataque de los ratones y de otras plagas. Sueña con encontrar una verdadera familia con los de su especie, pero no quiere perder a su amigo Maurice, que le salvó la vida y ahora está en riesgo porque los gatos guardianes lo tienen en la mira por la costumbre de roer los cuadros más famosos e importantes.

Para salvarlo, tiene que esconderlo de los otros gatos y alejarlo de todo lo exhibido, sobre todo cuando se prepara una gran gala para recibir a la “Mona Lisa”, la famosa creación de Leonardo Da Vinci que llegará de visita.

La situación se complica, cuando descubren que un ladrón quiere robar el cuadro, por lo que Vincent tendrá que reunir todo su valor e ingenio para salvar La Gioconda, proteger la reputación del museo y ganarse el corazón de Cleopatra, una hermosa gata de la sala egipcia del museo.

La producción es dirigida por el ruso Vasiliy Rovenskiy y se proyecta doblada al español para asegurar que los más chicos (a quienes va dirigida) la disfruten sin problemas.

Documental

En 1985, el destacado director de cine chileno Miguel Littin regresó con identidad falsa a su país, junto a su colega Francisco Fasano. La sociedad vivía bajo el estricto control del Estado de Sitio, durante la sangrienta dictadura de Augusto Pinochet.

El dúo recorrió Chile durante un par de meses, filmaron en todo el territorio, dirigiendo equipos internacionales y chilenos, eludiendo los controles de la temible DINA, la Policía secreta del régimen militar, conocida por su ferocidad. Gabriel García Márquez inmortalizó esta gesta en el libro “La aventura de Miguel Littin clandestino en Chile”.

De esa historia real se desprendió el documental “Miguel Littin, clandestino en Chile”, en el cual que los dos protagonistas de la aventura cuentan la historia completa, tal cual sucedieron los hechos.

La película se proyectará entre hoy y el sábado a las 20 en el Espacio Incaa de la sala Hynes O’Connor (San Martín 251, Ente Cultural de la Provincia).