En Rosario, la familia de Lionel Messi fue a ver a Leda Bergonzi, la mujer a la que le atribuyen dotes sanadores. Llegaron escoltados por personal de seguridad, tuvieron la oportunidad de dialogar con la rosarina de 44 años y obtener su bendición. "Es la primera vez que los veo. Los trato igual que a todos", dijo la mujer.
Tras el encuentro, la rosarina aclaró que hasta el momento no conocía a la familia Messi. “Tengo una mirada de Dios presente. No nos condiciona nada. Creo que Dios los ama a ellos como ama a todos”, agregó.
Bergonzi consiguió un caudal de seguidores lo suficientemente abundante como para que la municipalidad de Rosario le otorgara los galpones de la exRural para sus encuentros, ya que durante días convocó a más de 6.000 personas en una parroquia que terminó siendo inconveniente para los vecinos. También pasó por la Catedral de Rosario y la capilla del colegio Sagrado Corazón.
Se trata de una agrupación católica, denominada "Soplo de Dios Viviente", que lidera Leda Bergonzi, una mujer avalada por la Iglesia, a quien se le atribuyen poderes sanadores a través de la imposición de manos.
Los peregrino llegan de todos lados
Alrededor de Leda sucede un fenómeno especial, porque convocó a más de 6.000 personas en una parroquia de Pichincha, en Rosario. Los peregrinos fueron a verla con la esperanza de obtener una cura.
Los familiares de Messi también llegaron a un predio que pertenecía a la Sociedad Rural. Leda se tuvo que mudar a ese lugar porque desbordaba la capacidad de cualquier parroquia y alborotaba a los vecinos y comerciantes del barrio.
Los dones de sanación de la Iglesia Católica
La madre de Lionel, Celia Cuccittini, llegó al lugar pasadas las 16.30, en compañía del hermano de Lionel, Matías, y el exdelantero de Rosario Central, Federicos Arias. Escoltados por personal de seguridad, todos y cada uno de ellos tuvieron la oportunidad de dialogar con la sanadora y obtener su bendición.
Leda obtuvo los dones de sanación por parte de la Iglesia Católica hace varios años y su popularidad aumenta. Hay muchos seguidores y peregrinos que se quedan sin poder llegar hasta ella, por las filas que se arman para esperarla.