Aunque en el sector de las producciones más recientes y experimentales que se desplegó en la reciente arteba, denominado “Utopía”, no figura ninguna galería de la provincia, la cantidad de artistas tucumanos presentes en la feria no ha descendido.

Y tal vez sea un reflejo de esta realidad: en la que los espacios de arte oficiales y privados son decididamente escasos y limitados. Según algunas estimaciones periodísticas, las operaciones realizada en esta edición sumaron alrededor de U$S 300.000.

“INTELIGENCIA ARTIFICIAL”. Un atractivo textil de la tucumana Lucrecia Lionti fue adquirido durante la feria.

En el sector de la galería Barro dos obras de Lucrecia Lionti, un morral típico y una campera, dan cuenta de sus dibujos y pinturas pero, principalmente, de textos que reflexionan sobre la realidad. El director de la galería, Nahuel Ortiz Vidal, contó de la venta de un escultura de Faivovich & Goldberg y de una pieza de Lionti por U$S 12.000, otra de Nicanor Aráoz por U$S 15.000 y una de Matias Duville por U$S 35.000. Lionti, quien también está exponiendo en Fundación Fortabat, ha sido una de las favoritas para algunos medios de comunicación. “Inteligencia Artificial”, la pieza vendida, es lana de oveja, madera y bronce. “Es un textil”, como lo designa la artista, una de las piezas cuyo género estuvo más presente en esta edición.

LUIS FELIPE NOÉ. El pintor no se perdió la inauguración del evento.

Desde un punto de vista general, y a pesar de la crisis económica, Fundación arteBA celebró la cantidad de ventas; algunos galeristas hablaron incluso de que fue “la mejor feria en 15 años”, a pesar de que el número de visitantes se redujo a 40.000 personas durante el fin de semana que pasó.

Agustín González Goytía participó con la galería Pasto en la sección principal mostrando una nueva serie de pinturas, (paisajes de los alrededores de la ciudad de Tucumán). “A la galería le fue bien, hubo varias ventas institucionales, como al Mamba y al Macba. Tengo entendido que en la feria en general se vendió, y además quedaron varias operaciones pendientes”, le cuenta a LA GACETA. “Desde hace 10 años que participo, en distintas galerías y secciones, y siempre se está hablando del regreso de la pintura, así que no sé bien cuál sería el parámetro”, precisó.

También en la sección principal expuso Carla Grunauer en la galería Piedras una escultura titulada “Jaula Propia”. La Fundación Corporación América adquirió “Vil” y “Muda”, de la misma Grunauer.

Hernán Aguirre, otro artista tucumano, exhibió sus objetos en la galería El Sielo (llegada desde Barcelona).

Cifras

Las cifras oficiales informadas por la Fundación arteba suman miles de visitantes en cinco días por el predio de Costa Salguero. Por primera vez, hubo dos jornadas (en lugar de una) dedicadas a coleccionistas, lo que parece haber redituado en el incremento de las ventas en el conjunto de 58 galerías con 400 artistas participantes.

“Hubo muy buenas ventas” afirmó Ricardo Ocampo, director de W, donde se vendieron trabajos de José Luis Landet, Cristina Schiavi, Marcia Schvart, Florencia Sadir (Tucumán) y Nicolas Guagnini, entre otros.

Algunas instituciones como el Museo de Arte Contemporáneo adquirió la pintura de Máximo Pedraza, “Trago largo”.

“FANCY MONA”. Las monas reinventadas por Edgardo Giménez.

Entre los precios más altos la tradicional Daniel Maman Fine Arts vendió “Mujer con espejo”, una carbonilla sobre tela del colombiano Fernando Botero, a U$S 380.000. Y el “Autorretrato” de Guillermo Kuitca, un óleo de 1985, período muy apreciado por los coleccionistas, salió finalmente en U$S 250.000.

Entre los artistas más destacados, Edgardo Giménez presentó una versión actual de las “Fancy Mona”, las famosas monas que creó en los años 60 en el Instituto Di Tella, que se comercializaron en dos formatos de exhibición: en versión fine art firmada por el artista y acompañada por un código QR que conecta a los compradores con su universo digital y el NFT propio de cada obra.

No faltaron las pinturas de Luis Noé e incluso una poco conocida obra de Antonio Berni, “El carnicero”.

Novedades

“Nuestro compromiso es hacer una feria de altísima calidad artística, atractiva y convocante. Vamos a trabajar para las personas que siempre nos acompañan, pero también para ampliar el interés hacia un nuevo público por los y las artistas de la Argentina”, refiere Larisa Andreani, la presidenta de la Fundación; a modo de reflexión sostuvo que en tiempo de crisis el arte se transformó en un refugio moral.

También debió decir que el arte se ha convertido desde hace una década, en un refugio para el capital económico en crisis.

Hubo también una novedad que le dio más carácter federal y más amplio al evento. Participaron seis proyectos de Resistencia, Rosario, Calafate, Salta, Córdoba y Buenos Aires gracias a la Beca MICA Utopía, un programa inaugurado este año por la Fundación arteBA y el Ministerio de Cultura de la Nación, a través del Mercado de Industrias Culturales Argentinas (MICA).

Cabe aclarar que muchas operaciones se realizaron con instituciones del exterior, a pesar de los problemas de realizar importaciones en dólares.

Del exterior

Hubo varios patrocinantes que, decididos a brindar un firme impulso al mercado, invitaron a numerosos compradores del exterior. Así, para realizar sus compras desde el circuito internacional, llegaron los curadores del Denver Art Museum de EEUU; el Ludwig de Colonia, Alemania; el MALI de Lima, Perú; el Museo de Arte de Minneapolis, EEUU; el de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO), Colombia; el Museo Tamayo del DF de México y el Fine Arts de Houston, EEUU.

Los museos elegidos de la Argentina son el Malba, el Moderno, el Marco, el Macba y las fundaciones Azcuy y Klemm; el municipio Basilio Donato de Sunchales, Santa Fe; el Museo Nacional de Bellas Artes, el Bellas Artes Juan R. Vidal de Corrientes, el Franklin Rawson de San Juan, el Quinquela Martín de Rosario de la Frontera, Salta.