Un vuelo de Delta Airlines que partía desde Atlanta hacia Barcelona tuvo que dar media vuelta a su punto de partida debido a la diarrea de un pasajero. El vuelo llegó al aeropuerto de El Prat –en España- con ocho horas de retraso y una tripulación diferente a la estipulada.
Un Airbus A350-900 despegó del Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta a las 10.30. Luego de 30 minutos de vuelo, el piloto informó a la torre de control de que un pasajero había tenido diarrea en la cabina, calificando la situación de “riesgo biológico” y solicitó permiso para regresar a Atlanta.
"El vuelo ha salido hace casi dos horas y ahora están volviendo de regreso a Atlanta con mi hijo a bordo", reportó un usuario a la aerolínea por redes sociales.
El avión aterrizó en Atlanta a las 11.15. Los pasajeros fueron desembarcados y el avión fue desinfectado. Hasta el momento, la aerolínea no informó sobre la identidad del pasajero, ni el estado de salud del mismo.
Temor en el aire: un pasajero abrió la puerta de emergencia en pleno vuelo
Un pasajero de la compañía Asiana Airlines abrió la puerta de emergencia en pleno vuelo y generó pánico entre las personas que viajaban; el hombre quedó detenido.
De acuedo a lo informado, en pleno vuelo hacia Corea del Sur, el pasajero abrió una de las puertas de emergencia del avión por lo que la aeronave logró aterrizar en la ciudad de Daegu.
Según informó la prensa internacional, el incidente ocurrió justo antes del aterrizaje del avión y provocó que decenas de personas comenzaran a sufrir dificultades respiratorias.
El avión cubría la ruta entre la isla de Jeju y Daegu, a unos 237 kilómetros de la ciudad de Seúl y logró aterrizar con éxito y con la puerta abierta.
Según informó la Policía, el hombre detenido, de 33 años, abrió la puerta cuando el avión se encontraba a unos 250 metros de altura.
Ninguno de los 194 pasajeros que viajaban resultó herido, aunque una decena sufrió dificultades respiratorias debido a ataques de pánico.
Algunos pasajeros dijeron que el hombre se habría querido arrojar al vacío cuando abrió la puerta y la Policía descartó que el hombre se encontrara bajo la influencia de estupefacientes, pero comentaron que "era difícil mantener una conversación normal con él".