De acuerdo a los guarismos de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), que, en definitiva, terminan funcionando como una gran encuesta, tres candidatos asoman en el horizonte con perspectivas de resultar electo presidente tras el balotaje del 19 de noviembre: Javier Milei (La Libertad Avanza), Sergio Massa (Unión por la Patria) o Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio). Pero con independencia de quién, finalmente, acceda a la primera magistratura, el empresariado tucumano está convencido de que la situación económica cambiará, y de que ese cambio será para bien.
El optimismo, que podría parecer excesivo, estriba -palabras más, palabras menos- en que ya se tocó fondo; en que la cosa no puede empeorar; en que la clase política entendió que el actual sistema no da para más.
En ese punto coincidieron el presidente de la Federación Económica de Tucumán (FET), Héctor Viñuales; su homólogo de la Sociedad Rural de Tucumán (SRT), Sebastián Murga, y el CEO del supermercado Gómez Pardo, Rafael Gómez Pardo. La tríada concedió una entrevista grupal al periodista Federico van Mameren, en la última edición del ciclo Panorama Tucumano, nave insignia de LGPlay.
Empresarios tucumanos critican con dureza los anuncios de Sergio Massa“Cuando tengamos un programa de estabilización y de control de déficit fiscal, cuando se gaste menos de lo que se recauda, y se deje de emitir moneda, recién a partir de ahí se empezará a recuperar la moneda. Sabemos que lleva tiempo, pero vemos un horizonte de optimismo”, subrayó Viñuales. Y para que quede en claro que no se trataba de una visión personal añadió: “La semana pasada participé de la reunión del Consejo de las Américas (donde expusieron Milei, Bullrich y Massa). El 90% de los empresarios sabe que en las elecciones que vienen vendrán las ideas de bajar gasto fiscal; no de sacarle dinero a la gente, pero sí de racionalizar los gastos”.
“No va más”
El titular de la FET precisó que no se refiere a un recorte de planes sociales. “No tiene que ver con anularlos en una primera o segunda etapa; sino con que haya un plan. El presupuesto tiene mucha tela para cortar, sin que se genere ningún tipo de daño”, dijo. Gómez Pardo suscribió a esa idea. “Hasta Milei dice que no podrían quitar los planes; entiendo que ello traería una crisis social de otra magnitud”, estimó el novel empresario.
Conocedor de la región, el representante del sector de la “industria sin chimeneas” puso de ejemplo el presente de Paraguay, país cuya economía creció en forma importante durante los últimos años. “Allá se paga un 10% de (impuesto a las) Ganancias y un 10% de IVA; y no sé si hay planes sociales, pero la gran inversión en Paraguay es de argentinos. Sé que aquí tenemos el litio, Vaca Muerta, el bioetanol, el turismo... Pero depende de un plan, y de un equipo convencido del camino que deben seguir”, remarcó Viñuales. Y puso énfasis, precisamente, en esa idea. “Hay un solo camino. Los asesores de los tres sectores políticos hacen esa lectura. Esto no puede seguir; no va más este sistema económico de dádivas, de gastar más de lo que entra”, puntualizó.
La devaluación apura la ampliación presupuestariaMurga suscribió a las declaraciones del titular de la FET. “Así es imposible. Todos los índices van para atrás. En la última década, solo en concepto de retenciones, el campo aportó U$S 200.000 millones. Pero el campo sigue, sin interrupciones, buscando la forma de insertarse en el mundo. Y Tucumán es claramente la expresión de una economía regional: el mundo consume lo que nosotros producimos. El problema está en un Estado que no quiere bajar el gasto político y público”, cuestionó.
El ruralista rechazó que se asocie la ganancia de dinero con algo negativo. “Que un empresario gane plata está bien; el concepto es correcto. De igual modo que el empleado también debe ganar plata. Así debería funcionar. No es mala palabra ganar plata; no es mala palabra ser productor, ser sojero, ser tambero. Hay que seguir incentivando a que la gente trabaje”, afirmó.
A su criterio, hay un divorcio entre el empresariado y el Estado. “Mientras el sector privado redobla el esfuerzo para salir de la situación que tenemos, el Estado prioriza lo político y lo ideológico por sobre lo productivo. No terminan de entender que la sociedad va para otro lado. Pero indefectiblemente esto cambiará”, indicó.
Y explicó los fundamentos para su visión positiva. “La Argentina no puede seguir en esta situación, con estos niveles de inflación, con esta imprevisibilidad y con esta falta de plan. Sin un plan a largo plazo para el sector agropecuario nada puede ser serio. Las consecuencias las estamos viendo”, dijo.
El CEO de Gómez Pardo opinó que no debería ser tan complicado hallar una solución para los problemas; al menos, en lo que respecta a Tucumán. Y fundó su apreciación sobre la base de dos ideas: la magnitud de la provincia y a ejemplos de otros lugares.
“Hace mucho que se viene hablando de que resulta inviable sostener este modelo. Y no hay mucho para inventar: los países limítrofes registran inflaciones bastante normales. Y Tucumán, siendo tan chico, en teoría debería ser más fácil administrar los recursos. Que las rutas estén bien, que se pueda producir”, consideró Gómez Pardo.
Diálogo con la Provincia
Ninguno rechazó la idea de entablar conversaciones con los Gobiernos nacional y provincial. De hecho, Viñuales contó que hace tiempo vienen manteniendo encuentros con representantes de la Provincia, con el objetivo de aportar ideas. “Las distintas cámaras ya vienen reuniéndose con el Gobierno, a la espera de la conformación del futuro gabinete. Incluso a la cartera económica ya le hicimos llegar algunas propuestas”, dijo.
“Por supuesto que hay que conversar. La dirigencia no está para criticar, sino para proponer, para sugerir ideas. Así debería funcionar. Pero lamentablemente el Gobierno hace los anuncios, y no se puede dialogar sobre hechos consumados. No habla antes con las entidades; y nosotros debemos aceptar los anuncios”, reprochó.