El Gobierno nacional analiza sacar un decreto para obligar a las empresas a pagar el bono de $60.000 a los trabajadores. El ministro de Economía, Sergio Massa, acelera los detalles de la disposición para frenar la resistencia de los empresarios a dar la suma fija.
El objetivo oficial es que los distintos sectores “compartan los costos” de la devaluación y su fuerte impacto en los salarios. Ahora, Massa ultima los detalles del decreto que establecería multas a las empresas que no abonen a sus empleados.
La ayuda de la gente
El secretario de Industria, José Ignacio de Mendiguren, un hombre de confianza de Massa dentro de las diferentes tribus que integran el oficialismo, habló sobre las presiones políticas. “Hoy tenemos una obligación adicional de aportar. Porque cuando los empresarios recibimos ayuda nos la dio la gente, a través del Estado -remarcó-. Cuando hoy los argentinos nos piden un esfuerzo adicional para lograr estabilidad macroeconómica, tenemos que acordarnos. Además, en el caso de las micropymes y las pymes se les devuelve el 100% y el 50% de ese bono”, agregó.
Por su parte, el titular de la AFIP, Carlos Castagneto, también se sumó a la idea de presionar a los empresarios. “Las empresas están en condiciones de pagar la suma fija. Hay una parte a la que subsidiamos. El resto, son las grandes empresas que, insisto, encontramos evasión y elusión”, afirmó.
Por las paritarias
La ministra de Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos también había deslizado que habría “sanciones” para las empresas que no cumplan con el pago de la suma fija, “pagadera en dos cuotas mensuales, no remunerativa y por única vez, absorbible” por las paritarias.
Desde las cámaras empresarias -de las primeras en hacer público su rechazo fue la Cámara Argentina de Comercio (CAC), luego se sumó la Unión Industrial Argentina (UIA)-, expresaron su “preocupación” por el pago de la suma fija y su impacto en la economía de las compañías.