Lo acontecido el 13 de agosto en las urnas ya quedó atrás y ahora los distintos espacios en carrera se preparan para la contienda general. Sin lugar a dudas, el resultado de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) fue un golpe de sorpresas, para algunos, y una bocanada de aire fresco para otros. A pesar de eso, todos entienden ahora que nada está dicho porque dentro de un escenario político y económico tan inestable, todo puede cambiar.
Para algunos sectores, el desafío principal radica en mantener la performance eleccionaria conseguida en las PASO y en otros casos apuestan a reconquistar el espacio perdido tratando de volver a enamorar a quienes alguna vez le dieron su voto de confianza, y ahora votaron en blanco o directamente no se acercaron hasta el cuarto oscuro
Desafío 1: Control
En Fuerza Republicana (FR) consideran que la fiscalización de los votos es el principal aspecto a resolver. Para las primarias contaron con un equipo de más de 1.000 personas –entre fiscales generales y voluntarios- para custodiar los votos de La Libertad Avanza (LLA) y ahora esperan duplicar esas cifras para que Javier Milei “resulte electo presidente en primera vuelta” y Ricardo Bussi sea el candidato a diputado nacional “más votado”.
“Nuestra preocupación es mejorar el 100% la fiscalización. Milei fue el candidato más votado en la provincia y somos conscientes de las dificultades que tiene la política con el robo o destrucción de boletas. Entonces estamos organizándonos en todos los circuitos y municipios para que el partido esté representado”, aseguró el legislador Gerardo Huesen a LA GACETA. Y sostuvo que después de lo vivido en las PASO resulta imprescindible “cuidarse de las viejas mañas” que pueden llegar sufrir por parte de cualquiera de sus adversarios. “Hoy, FR puede alcanzar dos escaños legislativos y ante eso, el oficialismo y Juntos por el Cambio (JxC), que viene practicando peronismo puro y duro, pueden llegar a privar a la ciudadanía de elegir solo por la ambición de conseguir un voto más”, agregó.
El legislador provincial y candidato a diputado nacional en tercer término se mostró confiado en que el atractivo generado por el dirigente libertario en la ciudadanía les posibilite el 22 de octubre cubrir con fiscales todas las mesas de la provincia. “También vamos a realizar un profundo rastrillaje para llegar a todas las casas y hacer lo que siempre hacemos, lo que nos enseñó nuestro general Ricardo Bussi, el contacto cara a cara con la gente para llevarles la boleta y pedirles que lleven el voto desde casa”, añadió.
Desafío 2: Más esfuerzo
La dirigencia de Unión por la Patria (UP) es consciente de que el camino venidero es complejo porque debe reducir la brecha con sus adversarios, pero también sabe que las chances para que Sergio Massa suceda en la presidencia a Alberto Fernández en la presidencia, todavía están intactas. En relación a esto, el intendente de Famaillá, José Orellana, manifestó que el peronismo no reniega de la elección de la gente y reconoce que lo sucedido en las primarias es producto de un “estado de humor” que demostró la búsqueda “de algo diferente y que no estuvo” en la campaña oficialista. “Creo que ha sido un mensaje, que cuando el peronismo se relaja, deja solo a los candidatos, pasa lo que ha pasado en la elección pasada, pero estamos a tiempo de enmendar ese número. Vamos a recuperar votos y vamos a hacerlo con el convencimiento de que vamos a defender, a cuidar y trabajar fuertemente para nuestros candidatos”, expresó.
En esta línea, el referente del oficialismo tucumano resaltó que “el relajamiento, la no militancia y el haber subestimado la realidad” llevó al frente a chocar contra la actualidad. “Creo que no estamos en condiciones de volver a encontrarnos con los resultados en los que todos vamos a ser culpables”, dijo a este medio.
Sobre lo que puede suceder el 22 de octubre, Orellana puntualizó que los votos que se puedan recuperar serán cruciales para que el peronismo pueda entrar en un balotaje. “Es una bala de plata porque esos votos también deben tener el valor y el peso necesario para garantizar por lo menos dos bancas en la Cámara de Diputados. Sí hacemos lo que sabemos y debemos lo vamos a conseguir. Pero sabemos que podemos recuperar la gran cantidad de votos que estuvieron en junio y en julio no estuvieron”, añadió. Finalmente, Orellana reconoció que este desafío no depende solo de la dirigencia tucumana, sino también de la administración de la economía que logre desarrollar el candidato presidencial del espacio. “Es un desafío que las medidas generan efectos y la gente vea el beneficio. Si esto no pasa resultará difícil”.
Desafío 3: Convocatoria
En JxC indican que el principal reto es despertar el interés de los votantes que no fueron a votar en agosto o que ven la política con apatía. De acuerdo a los datos del escrutinio provisorio, 336.455 electores no sufragaron en la provincia. “Debemos mostrarles que es nuestra propuesta la que plantea un cambio sustancial, que además es sería, de posible concreción y cuenta con respaldo institucional. Debemos decirle a la gente la verdad y mostrarles que no somos improvisados con soluciones marquetineras”, postuló la legisladora provincial Nadima Pecci.
La referente del sector y candidata a diputada nacional aseveró también que en la coalición opositora entienden que los más de 200.000 votos obtenidos en las PASO constituyen un piso electoral porque es considerable el número de votantes que decide no votar en una primaria o elige de una manera distinta en los comicios definitivos.
Pecci se mostró confiada en que JxC pueda mejorar su performance y obtener una mayor adhesión de los votantes a partir de la “confianza” que puede transmitir su propuesta “seria y posible”. “Nuestra propuesta será la elegida por los argentinos que buscan un cambio profundo y sostenible. Confiamos en que la razón estará por encima de la bronca y la frustración, que entendemos siente gran parte del pueblo argentino”, vaticinó.