ESTADOS UNIDOS. La proliferación de aplicaciones que permiten a los propietarios alquilar sus viviendas, o parte de ellas, a viajeros y turistas se ha convertido en una opción habitual tanto para aquellos que recorren el mundo como para los dueños de viviendas, especialmente en las grandes urbes donde las estadías tienden a ser más costosas.
No obstante, esta tendencia también presenta un lado negativo. La posibilidad de obtener alquileres más lucrativos por estancias cortas y de tener mayor disponibilidad de las propiedades al evitar contratos a largo plazo ha llevado a que los propietarios opten por listar sus propiedades en estas aplicaciones, siendo Airbnb la más reconocida de todas. Esto ha provocado la disminución de la oferta en el mercado tradicional de alquileres, resultando en un aumento de precios para los inquilinos convencionales.
En Tucumán, los administradores de consorcios critican los alquileres temporariosEn respuesta a esta disminución de la oferta en el sector de alquileres convencionales, gobiernos de diversas ciudades han implementado restricciones a Airbnb y plataformas similares. El más reciente de estos casos se da en una de las ciudades más emblemáticas del mundo: Nueva York.
A partir del 5 de septiembre, entrará en vigor la Ley de Registro de Alquileres a Corto Plazo, aprobada en 2022, que establece directrices para inscribirse como proveedor de alquileres a corto plazo.
Alquileres temporarios: tendencia que crece en TucumánLa validez de esta ley quedó confirmada después de que, a principios de agosto, una jueza estadounidense rechazara una demanda presentada por Airbnb contra la ciudad de Nueva York por las restricciones impuestas en cuanto a alquileres turísticos y temporales.
Airbnb interpuso la demanda en junio, logrando posponer la implementación de la legislación hasta el 5 de septiembre. Dicha legislación busca regularizar la actividad en medio de una crisis habitacional, exigiendo a los anfitriones registrarse ante las autoridades.
La jueza Arlene Bluth, en un tribunal estatal de Manhattan, desestimó la reclamación de Airbnb, al considerar "razonable" que Nueva York requiera el registro de los anfitriones y la verificación de la legalidad de las estancias que ofrecen. Esto, a pesar de que la empresa describió estas medidas como un "veto de facto" a su funcionamiento.
Inicialmente, Nueva York tenía previsto implementar estas restricciones a Airbnb en mayo, pero debido a problemas de personal, se postergaron hasta julio. Luego, debido a la demanda legal, la fecha se retrasó nuevamente hasta septiembre.
Con esta nueva legislación, la ciudad prohíbe el alquiler de apartamentos completos por menos de 30 días. Sin embargo, se permiten alquileres de menor duración si el anfitrión está presente en la propiedad y no recibe más de dos visitantes. Esta norma aplica no solo a Airbnb, sino también a otras plataformas similares.