La mora en nombrar jueces y fiscales repercute en la administración de la Justicia Federal en Tucumán, lo cual incide en expedientes que se acumulan, casos que demoran en resolverse y juicios que se posponen o que se realizan con magistrados subrogantes recargados de trabajo.

En Tucumán hay 19 cargos electivos de la Justicia Federal, de los cuales seis están vacantes, el 32%. La situación más complicada se da en el Tribunal Oral Federal, donde hay un solo juez titular desde 2021. La última vez que estuvo completo fue hace cinco años, antes de que se jubilara una vocal. Allí hay dos jueces subrogantes, de Córdoba y de Catamarca, que además tienen que atender los procesos en sus jurisdicciones.

En noviembre del año pasado la Cámara Nacional Electoral encendió una luz de alarma, con una advertencia sobre la falta de jueces federales en varios lugares del país, especialmente en seis provincias: Córdoba, Corrientes, Jujuy, Río Negro, San Juan y Tucumán. Esta situación motivó quejas justamente por no avanzar en la cobertura de cargos. En julio pasado se aprobó dictamen para cubrir dos cargos de camaristas y las dos ternas deben ser elevadas al Poder Ejecutivo Nacional. Sin embargo no hay novedades acerca de si los candidatos serán aceptados por el Ejecutivo, y por ende, si serán nombrados. La coyuntura política ralentizaría aún más la decisión.

Por otra parte, en la provincia hay tres juzgados creados, pero el tercero aún no tiene infraestructura, ni edificio ni personal designado. Sólo se nombró a su titular, que actúa como subrogante del Juzgado 1, que está vacante. Por otra parte, el titular del juzgado 2 se iría para cubrir otra vacante federal. También en la Cámara Federal de Apelaciones hay una vacante. A mediados de julio del año pasado se conformó una terna para cubrir ese puesto pero no hay novedades. Una situación similar se vive en el Ministerio Público Fiscal, donde la Fiscalía 2 está siendo subrogada, ya que su titular está subrogando la fiscalía de Cámara del TOF que no tiene titular. Incluso está creada la fiscalía 3, pero al igual que el juzgado de la misma denominación no tiene titular, ni edificio ni infraestructura.

Actualmente, cuando un cargo de juez o fiscal queda vacante se abre un concurso público para cubrirlo, que finaliza con una terna que se envía al Poder Ejecutivo y de allí pasa al Senado para su designación. En esta última etapa, el trámite debería ser rápido. En el medio hay una pública pelea entre oficialismo y oposición a la hora de cubrir cargos estratégicos. Por otra parte, las subrogancias cargan la tarea de los jueces que dejan de atender sus temas para ocuparse de otros y esto significa una prestación irregular del servicio de justicia. La subrogación debería ser una solución provisoria mientras se tramitan los concursos que deben ser sustanciados en los plazos reglamentarios y legales, dijo el presidente del Consejo de la Magistratura. No cabe duda de que este sistema hecho de demoras y peleas políticas debe cambiarse de una vez.