Los 17 de agosto conmemoramos en Argentina, con pocos actos oficiales públicos, el paso a la inmortalidad de nuestro héroe mayor, el Gral. José de San Martín, considerado el Padre de la Patria y libertador de América, quien murió a los 72 años, en 1850, lejos de su querida patria. Fue una figura clave en la emancipación de los pueblos americanos y en la concreción y consolidación de las Independencias de Chile (que luego nos traicionó en la Guerra de Las Malvinas) y Perú (que en la misma guerra nos apoyó en todo). El cruce a los Andes y varias batallas ganadas fueron una gran épica militar, tan trascendente que en más de 30 países hay, para nuestro orgullo, monumentos históricos que evocan, reconocen y homenajean a nuestro Generalísimo; nosotros lo ignoramos. Concurrí este 17 de agosto al Colegio San Cayetano al acto escolar, invitado por mi nieta Tiziana que, como abanderada, portaba, con orgullo para ella y todos nosotros, la Bandera Tucumana de Macha. Un acto escolar espectacular, con sentido y fervor patriótico, con la participación y actuación de los alumnos de los últimos cursos, secundados por sus profesores, con la presencia de autoridades, padres y familiares. En mis retinas llorosas y mis oídos atentos , aún conservo en mi mente los lindos momentos vividos , masticando el significado de esas memorables célebres frases , expresadas por nuestro héroe argentino: “Seamos libres , que lo demás no importa nada “; “ Yo nada temo del poder de este continente, siempre que estemos unidos; de lo contrario sufriremos  males incalculables “; “Serás lo que debas ser o no serás nada “ y “ Cuando la patria está en peligro, todo está permitido excepto no defenderla” . ¿Cuántos San Martín nos hacen falta hoy ? Pero Libertadores, no libertarios con libertinaje, que esos sobran y le hacen mucho daño a nuestra patria.

Francisco Amable Díaz

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