Una semana cargada de turbulencias, desde que el Banco Central decidió devaluar un 22% el tipo de cambio oficial hasta el incremento sostenido de precios que puede derivar en una inflación del 12% para este mes. La Argentina pasa de crisis en crisis, a medidas que tienden a corregir viejos desequilibrios macroeconómicas con consecuencias políticas y sociales impensadas. Juan Carlos De Pablo dice a LA GACETA que todavía no puede creer cómo es posible que el Gobierno tome una decisión tan impopular, un día después de que las urnas consagraran a Javier Milei como el más votado. En esa carrera presidencial larga, hasta octubre, Sergio Massa en su doble rol de ministro de Economía y postulante a la sucesión, tiene que revertir la tendencia y con Patricia Bullrich con chances para que Juntos por el Cambio vuelva al poder. En una entrevista telefónica concedida a LA GACETA, el economista que este 2023 cumplirá 80 años, no tiene dudas de que la gestión del presidente Alberto Fernández “metió la pata” con la devaluación brusca.

-¿Qué nos depara la economía?

-La insólita novedad esta que nos dio el Banco Central el lunes a la mañana de pegar un salto devaluatorio después de que el oficialismo perdió en las PASO, sin avisar, sin comunicar bien. Sin explicar dentro e qué contexto lo hace. Había una tranquilidad inesperada, estábamos llenos de problemas y creo que el resultado de las PASO se dirigía a dar una relativa tranquilidad en el mercado hasta que apareció esto.

-Pero trastocó absolutamente toda la economía con una decisión desordenada..

-Es lo que digo. Y no se entiende por qué se lo hizo de esta manera. Habría que preguntarle a algún funcionario ¿me puede decir por qué hicieron esto?

-¿Atacaron las consecuencias antes que avanzar con las causas de este desorden macroeconómico?

-Efectivamente. Pero no puedo elaborar concepto alguno para explicar una decisión que la he calificado como insólita, porque me tengo que imaginar la racionalidad de lo insólito. Mi imaginación tiene un límite.

-Entonces, ¿qué puede pasar con la economía porque estamos peor que antes?

-Y bueno, abrimos la tranquera y no sabemos qué ingresará. Si la vaca que preveíamos que iba a entrar o tal vez lo haga un rinoceronte que justo pasaba por allí. Creo que el Gobierno achicó el horizonte y estamos todos mirando.

-¿Ahora somos más FMIdependientes que antes porque se necesitan los U$S 7.500 millones de crédito para pagar vencimientos de deuda?

-No termino de entender si todo esto fue por imposición del FMI, como expliqué en mi columna en La Nación del jueves pasado (“no hablamos de plata fresca, sino de contabilidad creativa”), pero si así fuera lo que tiene que decir el ministro de Economía es mirá viejo, en estas condiciones no lo puedo hacer. Y si, ante este planteo el Fondo te dice no te mando la plata, la respuesta es entonces no te pago, porque los que no debieran mandar es para pagarle a ellos mismos.

-Un escenario así sería hundir un poco más a la Argentina y surge el siguiente interrogante: ¿cómo salimos de otra crisis cambiaria, financiera o la que pueda llegar a asomarse?

-Mi imaginación tiene límites. Por eso digo que estoy perplejo desde el lunes pasado para imaginarme otra crisis.

-Políticamente, ¿el triunfo en las PASO de Javier Milei puede resultar auspicioso para el mercado?

-Javier Milei está en campaña. No tiene más importancia que eso. Vos fijate que la diferencia entre los candidatos que tienen potencialmente aspiraciones a llegar a la presidencia de la Nación es de dos puntos porcentuales entre ellos. Creo que nadie está en condiciones de hacer aquella afirmación que en 2002 ha hecho Carlos Saúl Menem acerca de que las segundas vueltas son trámites. Estamos en campaña y cada uno dice lo que quiere o lo que le parece. La lógica es la campaña.

-Massa ha dicho que las propuestas de Milei implicarían ir hacia un “Plan Bonex”. ¿Qué opina?

-Lo del plan Bonex me parece una estupidez total y además es utilizar una misma nomenclatura para dos fenómenos completamente diferentes.

-Carlos Melconian está al frente de un equipo económico identificado con Patricia Bullrich hablando con el Fondo por ella.

-Esa es una información interna. Yo sé que Carlos está hablando con el Fondo, porque viene trabajando en un programa económico. Si habló en nombre de Bullrich, por ahora, no está oficializado eso.

-Sin embargo no es el único economista que respalda a la candidata de Juntos por el Cambio. Hay varios que se sumaron a su equipo con el fin de diseñar un horizonte económico para el país.

-El horizonte que se le plantea a cualquier candidato presidencial es qué hace si tiene la mala suerte de ganar. Por supuesto que los dirigentes políticos todos quieren ganar, pero dado el despelote, el que gana tiene la mala suerte de hacerlo y se hará cargo de todo. En el caso de ella, tiene a (Luciano) Laspina que está diseñando programas; también (Hernán) Lacunza y hasta el mismo Melconian. El que gane, en definitiva, necesitará de todos.

-¿Este barco llamado Argentina sigue sin anclas cambiarias o antiinflacionaria?

-Es una comparación muy simpática, pero aquí estamos todos peleando el día a día en una situación complicada en la que, encima, el Banco Central le agregó más complicaciones. Eso es todo.

-¿Qué sucederá con la economía de aquí hacia adelante, hacia las elecciones y cuando se produzca el recambio institucional el 10 de diciembre?

-Tendríamos que definir a qué llamamos adelante. Hoy (sábado) a las 21 juega Vélez Sarsfield (N.de la R: De Pablo es fanático del equipo del barrio de Liniers) y hasta allí llega mi horizonte. Estamos frente a un gobierno absolutamente debilitado que encima se mandó un macanazo. No puede imaginarme cosas, sino de vivir el día a día. Estamos en ese día a día con una tendencia política más razonable, porque la probabilidad de que la oposición gane las próximas elecciones es alta, y no nos queda otra que levantarnos cada jornada a ver cómo le encontramos la vuelta.

-¿Cómo se pueden tomar medidas de fondo con un presidente debilitado y ausente y un ministro de Economía que, en varios casos, asume aquel rol?

-Como lo estamos viendo: hablando mucho, hablando y hablando y de repente metiendo la gamba como hemos visto a principios de esta semana. Es lo que estamos viendo.

-¿Cree que Massa tiene margen para mejorar esta situación?

-Habría que hablar con él. Está tratando de ver cómo surfea y en el medio mete la gamba con una medida que dejó perplejos a medio mundo.

-¿Podemos vislumbrar, con optimismo, un mediano o un largo plazo?

-La vida es un absoluto. Optimismo, pesimismo, mediano plazo o largo plazo no entiendo nada. Es un absoluto y estamos aquí para pelearla.

-¿Hasta cuándo vamos a pelear porque se están agotando las herramientas para enfrentar los problemas?

-Hasta que no haya más remedio, mi amigo. La gente que leerá esta nota no tiene bajo su control el total de la vida. Pelea con lo que tiene.

-Pero, ¿cómo podemos sobrevivir frente a esta realidad económica?

-VIVIMOS. Ponelo con mayúsculas. Cuando alguien dice que la gente no da más, está insultando a la gente. La gente no llega a fines de mes, insultas a la gente porque no veo municipales recogiendo cadáveres en la calle los últimos días del mes. La gente se levanta todos los días para ver cómo le encuentra la vuelta en un ambiente complicadísimo.

-En las elecciones pasadas, la sociedad le dijo basta a quiénes complicaron la situación y votaron por Milei…

-Lo analicemos desde el punto de vista práctico. Primero veamos quién gana: Milei, Bullrich o Massa. Cuando sepamos si habrá el o la presidente pasaremos de la lógica de la campaña a la lógica de la transición; luego viene la de la gestión, que son cosas diferentes. Tiene que aclararse todo desde el punto de vista electoral.

-Si Juan Carlos de Pablo es designado ministro de Economía en esta situación de la Argentina, ¿qué haría?

-Primero ser el ministro y luego hablamos.