Nadie quiere que le regalen un electrodoméstico soso en su cumpleaños o las Fiestas, a menos que se trate de una aspiradora robot. ¿Chat GPT? ¿Cyborgs? ¿el Metaverso? los que especularon cuál sería el detonante que mantendría a su merced a la humanidad se equivocaron. Por como viene la mano, esta IA en tamaño portátil ya logró conquistar al mundo.

¿Qué las hace tan especiales? A diferencia de las aspiradoras tradicionales, los robots de limpieza no requieren ninguna intervención ni acompañamiento humano para ponerse a limpiar (“proactivos” e “independientes” es lo que diría su CV). Eso permite que podamos invertir nuestro tiempo en otras actividades y despreocuparnos por el estado de los pisos.

Por si fuera poco, tampoco necesitamos estar dentro de casa para programarlos o chequear su funcionamiento. Con tantas virtudes, cómo no idolatrar a estas pequeñas criaturas. “Al menos una vez a la semana hay alguien que nos escribe para consultar por los precios y funcionamiento de las aspiradoras robots. No sabemos muy bien cuándo arrancó la tendencia, pero en algunos negocios argentinos forman parte de los productos más vendidos o reclamados para su importación”, explica Gastón Desjardins, dueño de un negocio tech que comercializa diversas IA a través de Mercado Libre.

Costos y venta

En Tucumán es posible encontrarlas en al menos cinco negocios de electrodomésticos y objetos para el hogar, sin embargo, el catálogo de modelos resulta reducido. Eso conlleva a que muchos usuarios prefieran comprarlas en línea.

En promedio, los precios de una aspiradora robot estándar rondan entre los $ 90.000 y $ 250.000, el monto aumenta al pensar en aparatos importados o que incluyan funciones especiales (trapear, pulir, aromatizar, etcétera). Claramente, los sueños tienen un precio.

“El uso de la inteligencia artificial en el campo de la limpieza es un terreno que aún no ha sido tan explotado. Al contrario, además de los lavarropas de última generación son pocos los productos que se comercializan con actualizaciones técnicas que valgan la pena. Curiosamente parece que la tarea de limpiar a pequeña escala (en los hogares, de manera individual) continúa siendo algo muy humano”, reflexiona.

Aunque mantener nuestra casa en condiciones es una necesidad de primera instancia (mucho se ha dicho sobre cómo nuestro hábitat nos condiciona) vale la pena cuestionarnos por qué existen gadgets absurdos y no algún aparato que limpie nuestras ventanas, organice la ropa recién lavada o tienda la cama.

Funcionamiento

Detrás del telón, para permitirse ser autónomas las aspiradoras robots poseen sensores que escanean en 360 ° los objetos y el tamaño o los límites espaciales de las habitaciones; sumado a su sistema de navegación eso les permite crear un mapa y trazar recorridos de limpieza. De esa manera, estos valientes “chiches” logran sortear zapatillas tiradas, pilas de ropa, alfombras y cualquier pie que se cruce. Y sí, a diferencia de la gente promedio, incluso limpian debajo de los sillones o armarios.

“Los modelos más recientes traen en su base un potente ventilador de succión que chupa el polvo, cabello y partículas más grandes como las pelusas o algún resto de comida. Por lo general, disponen de diferentes niveles de aspiración y hasta un sistema de fregado a presión que quita las manchas de líquidos o pegotes”, describe el comerciante Óscar Castillo.

Para completar su nominación de “compañero perfecto” en el arte del arte, el técnico en electrodomésticos remata la cuestión con una última funcionalidad. “Las configuraciones suelen hacerse por medio del WiFi y una aplicación para el celular y es posible que activemos la aspiradora o chequeemos su estado mientras estamos de viaje o fuera. Al terminar su trabajo o acabarse la batería, esta regresa a su cucha (un soporte con electricidad y espacio de expulsión de residuos) para recargarse”, acota.

Mil razones para amarte

Al margen de sus capacidades, las robots de limpieza se popularizaron gracias al sinfín de videos y fotos que circulan sobre ellas en Instagram, Twitter y TikTok. ¿Qué tan locos estamos? en las redes sociales aparecen publicaciones con el “antes y después” de la limpieza, retos para medir la destreza de esta tecnología al bajar escaleras o tirarse de balcones y modos de uso “alternativos”; los enlistamos en cosas como: sahumar la casa, combates entre aspiradoras (con cuchillos, palos u objetos encima) o hacer predicciones de la fortuna.

La mística no acaba ahí. Gracias a su habilidad de autogestión y peculiar forma, el fanatismo llevó a que muchísimos usuarios les den nombres propios. Hace seis años que Estefanía Tolosa compró a Carlotta (alias que hace honor a una de la empleada doméstica que aparece en la telenovela “María la del Barrio”).

“Descubrí este mundo mientras vacacionaba con mi familia en Estados Unidos. Un día fuimos a un supermercado y vimos góndolas completas con estos aparatos. Jamás fui de esas personas que aman la tecnología o compran por moda pero las aspiradoras ofrecen una facilidad concreta y realista. De inmediato vos podés ver el resultado y dedicarte a otras actividades sin preocuparte. Al final me enamoré de un electrodoméstico”, afirma la abogada.

Una vez que el milagro queda comprobado, la cadena continúa con evangelizar a otros sobre las propiedades del aparato. “En mi grupo de amigas, somos siete las que tenemos aspiradoras robots. Me parece que su fama pasa por haber logrado que la limpieza sea algo divertido, amigable y para nada estático. Hay algo lúdico en mirar cómo se mueve y cómo sus patitas y estructura pequeña va de acá para allá”, plantea la nutricionista Isabel Magariños.

Su vínculo con “Perfecta” (en honor al malvado personaje de “Marimar”) lleva dos años. “Antes tenía otra menos avanzada, pero sufrió un trágico accidente por culpa del perro. En ese tiempo, nuestro Golden era cachorrito y se empeñó en jugar y luchar contra la aspiradora. Nos reímos de la situación hasta que una mañana él decidió enterrarla en el patio -recuerda-. Para quienes deseen comprarla va un consejo: jamás dejen que las mascotas se le acerquen”.