El shock político de las PASO 2023 se tradujo en un lunes de zozobra económica. El peso volvió a sucumbir y reflejó lo que se temía: una crisis de expectativas ante la dificultad de dimensionar los alcances del triunfo de Javier Milei (La Libertad Avanza). La imprevisibilidad pasó factura y dejó a los precios en el aire. Emprendedores y empresarios tucumanos recibieron el impacto con una mezcla inusual de preocupación y optimismo. Nueve actores consultados de sectores diversos hicieron sus lecturas acerca del efecto Milei. Mientras algunos enfatizaron el desánimo y las dudas, otros se manifestaron convencidos de que los temblores pasarán y el país se encontrará con la oportunidad anhelada de crecimiento.
Aunque está jubilado desde hace más de una década, el cimbronazo encontró a Hugo Bellos al frente de su tienda Todolandia. El empresario explicó que las PASO habían paralizado las transacciones. “Estoy leyendo correos y mensajes de WhatsApp de los proveedores con el mensaje ‘ventas suspendidas’. Así que cunde el pánico porque, con el negocio abierto, no como los proveedores, que se sientan sobre la mercadería, los clientes siguen comprándonos a ‘precios de antes’. O sea que, una vez más, nos quedaremos sin stock y con efectivo devaluado, o con cuentas a cobrar devaluadas también, lo que significa que cuando se normalice el mecanismo, tendremos menos productos y menos capacidad de reposición. Los comerciantes estamos en esta situación. Finalmente habrá aumentos de precios porque el negocio funciona con casi el 90% de artículos importados”, comentó.
Con una desesperanza que no podía ni quería ocultar, Bellos afirmó que auguraba una transición dolorosa. “No sé qué se les ocurrirá a los gobernantes, que han probado una capacidad grande para hacer daño. ¿Qué puede suceder de aquí hasta el 10 de diciembre? Hay que recordar que la actual vicepresidenta (Cristina Fernández de Kirchner) se rehusó a entregar las cuentas del Estado a (Mauricio) Macri: tampoco le dio el bastón de mando. ¿Tendrá este Gobierno un gesto de patriotismo y dirá ‘hagamos las cosas bien o no tan mal’? A mi edad siento que ya no veré a la Argentina crecer de nuevo. Seguiremos cayendo en picada mucho tiempo. Hay demasiados factores en contra y la balanza está demasiado inclinada hacia un ‘agujero negro’, por denominarlo de alguna manera”, reflexionó.
Para Agostina Mazza, cofundadora del emprendimiento Mazz Makeup, este lunes ocurrió un desastre que desbarató por completo los costos de los negocios. “Es posible que haya escasez de productos y que eso genere un círculo vicioso. La devaluación fue repentina entre comillas porque era previsible que termináramos así. Pienso que seguiremos en la incertidumbre hasta que haya una definición política. Es un caos para nosotros: tendremos que armar nuevas estrategias de acá hasta fin de año. Pero lo daremos todo para hacer la diferencia y salir adelante”, prometió.
En una línea parecida a la de Mazza, la artífice de Luisina Vestidos, y de otros negocios de alquiler y de venta de indumentaria, Luisina Neme, dijo que, si bien ella y su equipo estaban sorprendidos con el resultado de las PASO, las crisis recurrentes los habían entrenado para resistir: “este lunes reflexionamos que nuestro proyecto ya vivió cambios de Gobierno y atravesó la pandemia. Sabemos pilotar situaciones extremas. Tenemos expectativas y miedo ante lo nuevo, pero sentimos confianza en el trabajo y la experiencia acumulada. Seguiremos comprometidos con la excelencia porque nos preparamos para eso, más allá de que todavía no se sabe a ciencia cierta cómo repercutirán estas elecciones”.
Minimizar pérdidas
La capacidad de sobrevivir en contextos adversos también fue destacada por Damián Rivadeneira, “padre” de Maderplak y de ReForest Latam, entre otros emprendimientos. “A lo largo de los años hemos aprendido a adaptarnos constantemente. El batacazo electoral de Milei, un verdadero ‘cisne negro’, abre para las pymes y los emprendedores un escenario de incertidumbre que nos obliga a replantear estrategias y a considerar nuevas variables”, observó.
Y añadió que estaba convencido de que el futuro de la Argentina requería “cambios drásticos, reformas estructurales y decisiones valientes”: “quizá esto pueda doler en el corto plazo, pero serán medidas fundamentales para sentar las bases de un crecimiento sostenible y de una sociedad más justa en el largo plazo. No podemos esperar resultados diferentes si seguimos haciendo las mismas cosas”.
Las dueñas de una fábrica de alfajores con sede en Yerba Buena, que prefirieron no ser identificadas, refirieron que antes de las elecciones ya había mercadería retenida a la espera del veredicto de las urnas. “El salto del dólar oficial corrobora que se vienen incrementos altos. Tenemos más devaluación y más inflación por delante. Nos sentimos muy desanimadas. Es difícil cumplir y pagar nuestras obligaciones. Somos emprendedores pequeños. Hacemos todo a pulmón y estos cambios bruscos nos desestabilizan muchísimo”, subrayaron.
El miedo ante lo desconocido es una reacción natural, según Máximo Bulacio, director ejecutivo de la firma Bulacio Argenti SA y profesor en la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (Unsta) de programas dirigidos a estimular el emprendedurismo. “Hoy el pensamiento general no se funda en una especulación de ganancias sino en tratar de perder lo mínimo posible. Pero todo esto no deja de ser una situación alarmista. Debemos ser conscientes de que las cosas se estabilizarán y de que seguramente volveremos a operar con normalidad. Debemos ser cautos, pacientes y responsables con lo que le toca a cada uno”, meditó.
Bulacio instó a seguir produciendo, fabricando y emprendiendo: “hay una sociedad que, si bien está asustada ahora y puede generar cierta recesión, luego volverá a consumir, y no podemos afectar negativamente su confianza y abastecimiento”.
Es cierto que la devaluación eleva los costos en lo inmediato, pero, también, da un respiro a quienes exportan bienes y servicios. “Esto mejora el poder adquisitivo de la población y aumenta la demanda de mano de obra. Es algo que el empresariado lleva pidiendo desde hace años: sincerarse con el tipo de cambio. Es una lástima que esto se haga siempre en medio de crisis, urgencias y con apuros en vez de con políticas de Estado”, lamentó Bulacio.
Sin embargo, reiteró que el potencial argentino era espectacular: “no estamos explotando ni el 1% de su verdadera capacidad productiva, industrial e intelectual. Es un país que con un consenso positivo puede dar vuelta las cosas de la noche a la mañana. Todo es cuestión de querer y pensar en los demás. Nuestra responsabilidad es llevar tranquilidad porque la volatilidad que estamos viviendo va a pasar”.
Gobernabilidad inquietante
La mirada del vaso medio lleno es compartida por Juan Santos, vicepresidente de la Unión Argentina de Jóvenes Empresarios (Unaje), y directivo de Taldo Distribuciones y de Terri Citrus. “Se viene un movimiento fuerte hacia cambios necesarios que estaban siendo postergados. Ahora los empresarios tendremos que ‘nivelar el barco a ojo’ porque no vamos a poder regirnos por paritarias ni por listas de precios. Habrá que tomar en cuenta todo, y armar una propuesta para mantener las empresas en funcionamiento y con trabajadores con un nivel aceptable de ingresos. Advierto que estamos al borde de una recesión significativa”, pronosticó. Y destacó que la mayor parte del electorado adhiere a las posiciones económicas de Milei y de Juntos por el Cambio: “hay denominadores comunes en cuanto a privilegiar la producción y al librecomercio. No sé si será viable dolarizar y cerrar el Banco Central, pero sí avanzar en los puntos de acuerdo”.
En cuanto a inversiones, Santos imagina que el empresariado esperará “un poco a ver cómo vienen las cartas”: “nadie sabe para dónde va a disparar la economía argentina, especialmente en la macro. Pero, como lo dije en Liderando Futuro (conferencia reciente de Unaje), me siento muy optimista en cuanto a las posibilidades de desarrollo de la matriz productiva a partir de un paquete de medidas consensuadas por las fuerzas políticas que aspiran a gobernar el país”.
Walter Juárez Rivas, cofundador de Rolling Code, escuela y fábrica de programación, recordó que la industria del software estaba “siendo muy castigada” por la situación del dólar: “esto afecta la competitividad de los desarrolladores argentinos, que tienen que buscar alternativas en el extranjero, lo cual no beneficia al país. Eso está pasando con independencia de que lo quieran ver o no. La victoria de Milei, que es alguien comprometido con la apertura de los mercados, podría ayudar a resolver estos problemas. Obviamente que esto significaría nuevos desafíos para otros sectores e industrias. Si se pudieran formalizar los ingresos de la industria del software e incrementar su competitividad con menos cargas, habrá más actividad, más contratos y más beneficios”.
A este emprendedor tecnológico no le parecen tan descabelladas algunas propuestas de Milei en atención a que el modelo en vigor no funciona. “En cuanto a la educación, yo estudié en una universidad pública en Tucumán y, luego, en el extranjero. Sin ese acceso gratuito a un título, no habría podido desarrollarme profesionalmente. Afuera del país existe un esquema híbrido, donde el Estado presta dinero a los estudiantes, o los ayuda en función de sus calificaciones y rendimiento. A mí esto último me parece correcto porque, de lo contrario, se cae en un gasto público que no va de la mano de mayor cantidad y calidad de egresados. Creo en un modelo intermedio de financiamiento universitario: ni todo gratis, ni todo a cargo de los particulares”, acotó.
Juárez Rivas además expresó que los planes sociales debían existir, pero orientados al trabajo y por tiempo limitado, como ocurre en Alemania. “Un cambio radical puede ayudar a la Argentina siempre que sea con lógica y sin violencia. Dos tercios de la población cree que es necesario hacer una transformación de ese tipo y ello es positivo”.
Para Sebastián Piliponsky, cofundador de la desarrolladora inmobiliaria Link, es interesante que haya una alternativa distinta a algo que no dio resultados, pero le preocupa la gobernabilidad. Al respecto, matiza: “por supuesto que es deseable que haya más pensamiento liberal y menos intervención estatal. Sería muy positivo que la posición extrema de Milei en estos temas nos lleve a un punto medio y que se puedan ejecutar al menos algunas de las medidas que propone La Libertad Avanza. No estoy de acuerdo con toda la plataforma de Milei y el personaje en cuestión me resulta inquietante. En términos sinceros, no tengo idea de qué es lo puede llegar a pasar”