72 años tiene María del Carmen Lazarte. Pasadas las 10 de la mañana, se apersonó en la escuela Provincia de Santa Fe, de Las Talitas, la misma en la que votó en las elecciones proviciales, pese a no tener la obligación.

"No sé si será mi última vez", señala María del Carmen a LA GACETA. ¿Por qué? Porque lidia con varios problemas de salud: corazón, presión, y un ACV sufrido tiempo atrás. "Estuve más de 40 días en terapia", cuenta.

Pero nada de eso la frena de ir a cumplir su deber cívico. "Tengo necesidad de votar, tenemos que votar hasta el último día. Uno no sabe hasta cuándo Dios le va a prestar salud y vida", indica María del Carmen.

A pesar de sus 95 años y su ceguera, Rosario del Carmen sigue yendo a votar firmemente

Mientras espera su turno para pasar al cuarto oscuro, Lazarte recuerda con nostalgia sus años de trabajo como inspectora de tránsito. "33 años trabajé, recién hace 2 años me jubilé", relata, al tiempo que asegura que se siente orgullosa de cruzarse con gente a la que ayudó a cruzar la calle cuando eran niños.

La espera, sin embargo, resultó infructuosa. Tras consultar el padrón una y otra vez, las autoridades de mesa le indicaron a María del Carmen que no figuraba, por lo cual debía votar en otra escuela. Claro, al ser elecciones nacionales, hubo movimientos en el padrón, y mucha gente tuvo que votar en una escuela diferente a la de los comicios provinciales.

Así, María del Carmen debió continuar su camino para poder sufragar, a paso lento pero firme. Y con la sonrisa en la cara imborrable, por saber que, pese a las adversidades, se mantiene firme en su convicción de seguir cumpliendo con el deber ciudadano de votar.

(Producción periodística: Joel Katz)