Por primera vez desde que se puso en vigencia la ley de narcomenudeo, después de una investigación que duró más de seis meses, los investigadores lograron desarticular una red entera en el barrio Costanera Norte, conocida como “El clan del Mishi”.

A fines del año pasado las autoridades recibieron denuncias de que en ese sector de la capital, había una familia que se dedicaba a la venta de sustancias en diferentes domicilios. El caso pasó a manos del fiscal José Sanjuán, que abrió un expediente. Agentes de la Dirección General de Drogas Peligrosas y del Equipo Científico de Investigación Fiscal (ECIF) se encargaron de estudiar el caso.

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Durante varios meses pudieron reunir elementos suficientes para entenderr cómo operaba el grupo. Tenían al menos cinco “quioscos” de venta en menos de tres cuadras. La mayoría de las viviendas contaban con cámaras de seguridad que eran utilizadas para observar el movimiento del lugar, especialmente, la presencia de investigadores.

“En algunos domicilios vendían sustancias, otros eran de los jefes, otros cuidaban, veían desde las cámaras cuando el personal policial se acercaba. En las cuadras de la calle Yamandú Rodríguez, desde el 200 hasta el 500, había cámaras diseminadas en la vía pública donde tenían el control de la zona y veían cuando se acercaba el personal policial”, explicó el jefe de la Digedrop, Jorge Nacusse.

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De acuerdo a la información oficial, además de vender en ese lugar, los sospechosos hacían entregas de droga. Para ello utilizaban bicicletas de mountain bike y motocicletas. Esa tarea era desarrollada por los “soldaditos”, como se conoce a los jóvenes que trabajan para ellos.

Además, según la información, el líder del grupo, conocido como “El Mishi” -de allí el nombre del clan- había tenido un importante crecimiento económico en los últimos tiempos.

El acusado de ser el cabecilla del grupo es primo hermano del supuesto transa de Famaillá que fue asaltado en febrero de 2022 por un grupo de efectivos uniformados. Tres de ellos fueron detenidos y luego condenados por la Justicia.

Ocho allanamientos

El viernes por la tarde, los efectivos realizaron un importante operativo para desarticular esta red. En total, según confirmaron fuentes judiciales, con la autorización del juez Guillermo Taylor, se allanaron ocho domicilios en simultáneo.

Fuentes judiciales confirmaron que en el operativo se secuestraron dos kilos de cocaína fraccionada (más de 1.400 dosis), 1,2 kilos de marihuana y casi tres millones de pesos. “Esa importante suma de dinero es una prueba del gran nivel de organización que tenía este grupo que operaba en La Costanera Norte”. explicó Nacusse.

El poder de este clan también quedó reflejado en el nivel económico con lque se toparon los pesquisas. “Estas personas habían comenzado a comprar vehículos de alta gama; por ello se secuestraron dos camionetas VW Amarok, un VW Polo, seis motos y dos bicicletas en las que los vendedores hacían las entregas en las inmediaciones”, detalló el jefe de la Digedrop.

También hallaron “dos pistolas, dos rifles y una importante cantidad de cartuchos”, lo cual prueba que esta organización tenía poder fuego”, sostuvo el jefe de la Digedrop.

En el operativo se detuvo a tres mujeres y a tres hombres que fueron acusados de comercialización de droga..