¿La juventud no quiere tener nada que ver con la política? Así lo aseguran muchos consultores, que sostienen que las nuevas generaciones no demuestran interés en participar de este tipo de actividades. Hartazgo por el contexto socioeconómico, ganas de emigrar en busca de una mejor vida, son algunos de los argumentos que se utilizan para explicar esto. Sin embargo, ¿es tan así?

Que la situación actual de Argentina produjo un aumento en el flujo de argentinos que migraron hacia otro país es un hecho, y hay datos que lo comprueban: por ejemplo, entre 2020 y 2021, el flujo migratorio desde el país hacia España creció un 65,8%. Sin embargo, esto no significa que la juventud argentina pretenda alejarse de lo político; al contrario, algunos tucumanos que charlaron con LA GACETA, y un estudio realizado en el AMBA, plantean lo contrario. Sí, advierten, la primera experiencia que tuvieron los decepcionó.

Valentina Tula tiene 21 años, pero votó por primera vez este año en las elecciones provinciales por problemas de documentación. Fue larga la espera, por lo cual poder finalmente participar de un comicio fue como un desahogo, según reconoció. “Me trajo cierto alivio, por un lado, al poder tener finalmente la posibilidad de elegir lo que creía mejor y dejar de quedarme con la experiencia y opinión de terceros”, explicó a LA GACETA.

Por otro lado, sin embargo, esta estudiante de ingeniería civil reconoció que también sintió decepción y bronca por la desorganización que reinó el domingo 11 de junio en los establecimientos escolares, así como la falta de autoridades de mesa, la excesiva cantidad de fiscales y la compra de votos. También reconoció que la sorprendió la cantidad de boletas: “únicamente genera más confusión”, aseguró.

Pese a esas sensaciones negativas, similares a la que miles de tucumanos sintieron en esos últimos comicios locales, Valentina remarcó la importancia de votar. “Los únicos responsables del rumbo del país, colectivamente, somos nosotros. Espero que la gente lo tome con la responsabilidad que conlleva”, concluyó.

Mariano Aiziczon pudo haber votado en las elecciones de 2021, aunque eligió no hacerlo. Este año, ya con 19 años, se volvió obligatorio. Y pese a no tener otra alternativa, cuenta que el propio hecho de haber votado le cambió la perspectiva. “Cuando uno va a votar, siente la importancia del voto. Antes, para mí, no tenía sentido. Pero cuando salí de votar por primera vez, le di importancia porque para cambiar la situación del país, comenzamos por nosotros”, reveló a LA GACETA.

Al igual que Tula, Aiziczon admitió que la cantidad de votos que encontró en el cuarto oscuro lo “impactó”. Y también resaltó la importancia de votar con conciencia. “Ir a votar es un acto fundamental, un compromiso con la sociedad y el Estado que queremos para nuestro presente y para nuestro futuro. Hay que hacerlo con mucha responsabilidad”, reflexionó.

Viggo Peralta, de 16 años, tendrá también su segunda experiencia, tras “debutar” en las provinciales. “No sentí como una necesidad de ir a votar, sino de tener la experiencia para que cuando sea más grande y ya tenga la obligación, sepa cómo funciona todo”, contó Viggo a este diario, señalando que la decisión de emitir su voto este domingo responde a esa misma línea, ya que nunca participó de una elección presidencial.

“Ahora, ya que no tengo mucho conocimiento ni experiencia, es como que no tengo la suficiente conciencia sobre el tema como para tener una opinión sólida”, aceptó Viggo, con respecto a la responsabilidad de votar. Sin embargo, reconoció que el hecho de elegir a los representantes del pueblo es algo importante.

Expectativas

Para Benjamín Páez, esta será su primera experiencia en un cuarto oscuro: ni siquiera lo hizo en las elecciones provinciales aunque, de todas maneras, admitió que se vio sorprendido por la mala organización que se repitió en las distintas escuelas durante los comicios locales.

“Creo que es muy importante, porque por primera vez puedo votar a la persona que yo crea que va a manejar mejor el país en el que vivo y voy a seguir viviendo”, anticipó Páez. Si bien reconoció que el hecho de poder votar no lo volvía “loco”, sí dijo que tenía algunas expectativas con poder hacerlo. Y manifestó que todos los jóvenes que pueden elegir si votar o no deberían hacerlo, ya que “es importante la opinión, la voluntad de todos”.

Misma situación atraviesa Abril Giandominco, que tenía 15 cuando se realizaron las elecciones provinciales, pero que cumplió 16 en las últimas semanas, y por eso podrá votar por primera vez en las PASO. “La verdad es que no tenía planeado ir a votar, pero por más que no tenga la obligación, tengo la esperanza en que el candidato a quien vote cambie la situación del país. Quiero pensar en un buen futuro, tanto para mí como para mi familia”, sostuvo Abril.

Pese a no haber votado, Giandominco contó que, por lo que pudo ver y escuchar de los comicios locales, “no hubo la organización necesaria. Se dio mucho movimiento de gente, y hasta se habló de fraude. Espero que estás elecciones sean mucho más tranquilas y con mayor organización”, anheló la joven. (Producción periodística: Joel Katz)