El Cadillal no solo es un dique. El destino, a pocos minutos de la capital, une belleza natural, descanso e historia. Y mucha historia: en sus orígenes, estas tierras fueron habitadas por poblaciones con un variado entramado de identidades y sistemas de creencias. Más cerca en el tiempo, esa misma zona empezó a dotarse de una nueva vida urbana, y que convirtió al pueblo en lo que hoy conocemos. Todos esos episodios, de un pasado lejano y no tanto, están disponibles en el Museo Arqueológico El Cadillal (MAC), que en el año de su 50 aniversario se renovó. Y ya está listo para ser visitado.

Es un viaje al pasado que inició en 1971. El dique se había inaugurado algunos años antes, pero, aquel ‘71, el movimiento del agua dejó a la vista un interesante descubrimiento: un cementerio indígena prehispánico en la zona. Luego de este primer hallazgo -y con el pasar de los meses- se encontraron otros 10 yacimientos más en El Cadillal. Eso impulsó en 1973 la creación del Museo Ernesto Padilla, ahora conocido como MAC. Hoy, el museo muestra a sus visitantes un “salpicón” de lo que El Cadillal tiene: vestigios de pueblos milenarios (desde artefactos de material lítico hasta cerámicas y urnas funerarias) y un recorrido histórico sobre la interesante historia del dique, una obra hidráulica que cambió la realidad de Tucumán.

CERÁMICAS. Los ejemplares de las culturas originarias figuran entre las principales piezas con las que cuenta la institución.

Recientemente, el Ente Tucumán Turismo (ETT) terminó las tareas duras de refacción en el predio, y ya se puede visitar la nueva sala “Odisea El Cadillal”, que muestra de forma interactiva la flora y la fauna autóctona. Además, explica por qué era necesaria una represa, e invita a cuidar el recurso más preciado que tenemos: el agua. “El MAC tuvo una renovación museográfica integral, diseñada y dirigida por personal técnico del Ente de Turismo con la colaboración de otros organismos y la contratación de artistas, desarrolladores multimedia e investigadores”, resume a LA GACETA Sebastián Giobellina, presidente del ETT.

Un poco de historia

LA GACETA visitó el museo mientras algunos contingentes también se encontraban con las novedades. Al ingresar te recibe una representación virtual de Ernesto Padilla, interpretada por un actor tucumano. Luego se muestra una animación interactiva con los sitios en los que se realizaron los descubrimientos, vestigios que más tarde podés observar. Además, te adentrás en la vida de estos pueblos prehispánicos: cómo cazaban (con arco y flecha, con cuchillo, con hacha), cómo comían (los visitantes pueden incluso utilizar una réplica de mortero de aquella época) y cómo, en general, vivían. Allí también se ha renovado la experiencia: expertos relatan -en video y en primera persona- más detalles sobre esta cultura antecesora. “La tradición La Candelaria tiene una gran profundidad en la historia; la pieza más antigua tiene 3.500 años. Primero, se pensó que la cerámica de esta cultura fue creada por gente que vivía en las selvas, pero después se encontraron vestigios suyos en Yocavil y en otros lugares. Incluso en el norte de Chile se encontraron piezas”, relata en diferido al público la arqueóloga Agustina Ponce, del Instituto Superior de Estudios Sociales del Conicet.

CERÁMICAS. Los ejemplares de las culturas originarias figuran entre las principales piezas con las que cuenta la institución.

Con esta renovación -explica Giobellina- se buscó amoldar el museo a las tendencias mundiales. “El nuevo proyecto, que próximamente será inaugurado (todavía faltan algunos detalles, pero ya está abierto), tiene como objetivo poner en valor al Museo Arqueológico de El Cadillal, adaptándolo a las nuevas demandas y tendencias vanguardistas de las puestas museológicas, que posibilitan una mayor interacción de los visitantes a través del uso de recursos tecnológicos que permiten una experiencia más sensorial, involucrando al espectador con todos sus sentidos, con una finalidad lúdica e interpretativa”, indica.

Mientras algunos visitantes se detienen a ver ese y otros videos, otros prueban nuevos elementos del área creativa: hay juegos para chicos y para grandes (algunos más serán traídos pronto) y se puede hasta participar de una trivia para “sabelotodos”. También los chicos pueden experimentar el ser arqueólogos por un ratito.

Novedades

Como se adelantó, la nueva sala es una invitación a conocer la geografía de Tucumán. Y esa es la parte que más entretiene a los visitantes de otras provincias: algunos intrépidos pueden animarse a vivir una experiencia olfativa y a probar “el perfume” de la Yunga, una mezcla de aromas frutales con hojaresca, helechos, musgos y líquenes. “Se trata de un trabajo que ya lleva varios años, que hoy podemos ver materializado, y que nos incentiva a seguir adelante porque estamos viendo sus frutos. Con esto me refiero a la cantidad de visitas que recibimos y al número de prestadores turísticos que se suman ofreciendo sus servicios (en el Cadillal). A esto hay sumar todos los rubros de la economía que indirectamente se ven beneficiados por el movimiento turístico”, indicó el funcionario.

CERÁMICAS. Los ejemplares de las culturas originarias figuran entre las principales piezas con las que cuenta la institución.

En el MAC, los turistas pueden también ver ejemplos de la geología de la zona; cada roca muestra el pasado. Las más antiguas de la región -de 500 millones de años- ejemplifican características del tiempo de su creación, y dan cuenta de ríos y lagos que pasaron por El Cadillal hace 100 millones de años. A continuación, hay más representaciones interactivas de la fauna local e incluso se pueden tocar las texturas de las pieles de los animales. Incluso se pueden observar nuevos elementos que completan la historia de la construcción del dique, como algunos componentes de infraestructura utilizados en los primeros años de funcionamiento de la presa.

El MAC ya está listo, pero todavía hay tareas por concluir en El Cadillal, advierte Giobellina. “Nuestro próximo objetivo es seguir adelante con el techado del anfiteatro, que permitirá darle un mejor uso, independientemente de las condiciones climáticas u horarios. De igual manera, en corto plazo comenzará la construcción de un hotel de cuatro estrellas frente al dique, que brindará la posibilidad de alojarse en el destino, en un establecimiento de gran jerarquía. Así seguimos adelante, contribuyendo a este círculo virtuoso del que obtenemos el mejor resultado: más trabajo para los tucumanos”, dice.

Visitar

El Museo Arqueológico El Cadillal (MAC) abre sus puertas de lunes a viernes de 10 a 18, y sábados, domingos y feriados de 11 a 19. La entrada para adultos cuesta $ 100. Menores (cinco a 16 años) y jubilados pagan $ 50.