Durante el XXVI° Taller de Variedades y Manejo de Soja para el NOA, organizado por la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), Gonzalo Robledo, de la sección de Suelos y Nutrición Vegetal, expuso la preocupante situación en nuestros sistemas de producción de granos. La falta de diversidad en las rotaciones y la escasa reposición de nutrientes a lo largo de varios años generaron una marcada disminución en la cantidad de gramíneas presentes. A esto se suma la introducción de variedades de alto rendimiento, que significó un fuerte deterioro en la calidad de nuestros suelos.
Esta se considera como una medida de su capacidad para funcionar adecuadamente en relación a un uso específico. Para que este concepto sea funcional es necesario contar con variables que sirvan para evaluar la condición del suelo. Así surgen los Indicadores de Calidad del Suelo (ICS), los cuales se conciben como una herramienta de medición que debe ofrecer información sobre las propiedades, los procesos y las características de los mismos. Estos se miden para dar seguimiento a los efectos del manejo sobre el funcionamiento del suelo en un período dado. Los ICS pueden ser propiedades físicas (densidad aparente, velocidad de infiltración, capacidad de almacenaje de agua), químicas (P Bray I, materia orgánica, materia orgánica particulada) y biológicas (microorganismos totales y actividad enzimática).
En un ensayo de larga duración de sistemas productivos de granos que se está llevando a cabo en la subestación Monte Redondo desde la campaña 13-14 hasta la actualidad, se midieron muchos de estos indicadores. Otras de las mediciones realizadas, mediante un modelo de simulación, fue el balance de Carbono según rotación e intensificación de cultivos. Como conclusiones se destacan:
• Los ICS evaluados fueron lo suficientemente sensibles para detectar cambios en las funciones de los suelos de nuestros sistemas productivos.
• Se observaron dos tipos de ICS: aquellas mediciones periódicas a lo largo del tiempo, para monitorear cambios en la calidad del suelo; y la comparación de valores medidos con los de una condición de referencia (ej: Monte).
• La intensificación de cultivos en nuestros sistemas productivos de granos mejoraron en mayor o menor medida muchos de los ICS evaluados: densidad aparente, Infiltración, materia orgánica particulada y propiedades biológicas.
• Respecto del balance de Carbono, se observó que es positivo a medida de que se intensifican nuestros sistemas productivos de granos.