Al hablar de datos personales es común tener una referencia a nombre, número de DNI y domicilio. Sin embargo son muchos más los que se consideran datos personales y muchos de ellos están en riesgo debido a las infinitas modalidades de estafa que existen.

Datos personales son, según el Ministerio de Justicia de la Nación, todos los relacionados a la persona, incluso aquellas recopiladas que pueden llevar identificación. Ejemplo de ello son, claro, DNI, CUIT o CUIL, domicilio personal y número de teléfono. Pero, con la digitalización y las nuevas tecnologías, son muchos más los datos que están expuestos.

Los datos personales menos conocidos

Entre ellos se encuentran las fotos o videos, tomados en cualquier contexto. Otros datos que suelen ser útiles a los estafadores son los de localización (como la función de ubicación de los celulares), las direcciones de protocolo de internet (IP), los identificadores de cookies y la situación crediticia (deudas y cuentas bancarias).

Los celulares han evolucionado para lograr un mayor nivel de seguridad y, por ello, invitan a los usuarios a utilizar sus datos biométricos. Las huellas digitales, el reconocimiento facial o del iris ocular son, también, datos personales.

Cómo proteger tus datos personales

En la web y en las redes sociales:

● Usá contraseñas seguras con mayúsculas, minúsculas, números y símbolos. Al crearlas no utilices datos personales que puedan ser fáciles de adivinar o encontrar. No uses tu nombre, el de tu cónyuge, hijos o mascotas; tampoco fechas de cumpleaños. Cambialas cada 30, 60 o 90 días.

● Usá el modo incógnito para que no se guarden tus contraseñas y tu historial de navegación.

● No uses la misma contraseña para los sitios a los que accedés y para las redes sociales.

● No ingreses datos personales en sitios desconocidos.

● No respondas correos electrónicos donde te solicitan que completes tus datos personales.

● Leé los términos y condiciones de uso de tus datos personales que te proponen las redes sociales o aplicaciones antes de aceptarlas.

● No guardes contraseñas en lugares públicos.

● En sitios web que requieren el ingreso de usuario y contraseña, verificá siempre que la dirección de la página sea auténtica.

● Usá sitios seguros si tenés que ingresar datos personales o hacer alguna compra con tarjeta de crédito. Fijate si en la barra de direcciones aparece el candadito gris o verde y las letras HTTPS (siglas de HyperText Transfer Protocol Secure, Protocolo seguro de transferencia de datos) para estar seguro que nadie verá tus datos.

● Consultá los datos personales que tienen de vos las redes sociales.

En dispositivos:

● Protegé tus dispositivos con una contraseña.

● Cifrá la información de tus dispositivos.

● Hacé una copia de toda la información una vez por semana.

● Activá “Encontrar mi dispositivo” en dispositivos Android o “FindMyPhone” en dispositivos Iphone.

● Usá un antivirus y un antimalware.

● Si vas a usar una red pública, usá una Red Privada Virtual o Virtual Private Network (VPN). Este servicio impide que la información sea vista por otras personas.

En aplicaciones:

● Leé los permisos que das cuando instalás aplicaciones.

● Si vas a instalar una aplicación para una persona menor de edad, leé la clasificación del juego y el tratamiento que realizan de los datos.

● Descargá aplicaciones sólo de sitios oficiales.

● Evitá aplicaciones crackeadas, ya que pueden estar infectadas con malware o software espía.