Estamos a principios de julio de 1924. Tucumán se preparaba para los festejos por el Día de la Independencia. Al mismo tiempo la actividad deportiva se hacía notoria en los distintos deportes y el fútbol no era la excepción. Más precisamente el día 6 el Club Atlético San Martín inauguraba su flamante estadio con capacidad para unos 5.000 espectadores en Bolívar y Alberdi. El invitado para este evento fue el Club Atlético River Plate. El triunfo correspondió a la visita por un gol a cero. Quizás el resultado fue lo de menos ya que el pueblo albirrojo festejaba más tener casa propia. Nuestro cronista señalaba que “el match no ha satisfecho a los aficionados, los que están acostumbrados a mejores exhibiciones y a partidos más movidos”. La crítica estuvo dirigida hacia el equipo anfitrión quien tuvo una “desconocida actuación” por lo que el visitante “no tuvo necesidad de emplearse a fondo ni de recurrir a mayores actividades para obtener el triunfo”. Además se resaltó que River “no fue el team poderoso y homogéneo que conocíamos en años anteriores”.

Gobernador Campero

El puntapié inicial fue dado por el gobernador Miguel Campero a las 16.10. El partido comenzó con ataques de ambos equipos pero sin mayor peligro. La primera y única emoción del encuentro ocurrió a los 38 minutos del primer tiempo cuando con “un tiro recio” de Licciardi venció al arquero Pereyra. El honor de jugar por primera vez en ese escenario los tienen los jugadores santos: Pereyra al arco; Luna y Ocampo, en el fondo; Salazar, Leavy y Ferreyra, en el medio y en el ataque, Castro, Brunetti, Cárdenas, Maidana y Rea. Las filas millonarias estuvieron conformadas por Stringa al arco; Choperena y Traverso en la zaga; Tamarasso, García y Simonns, al medio y en la delanteraGaizarain, Fallati, Licciardi, Lattari y González. El árbitro fue Saldaño.

En la presentación de la noticia se indicaba que iba a ser la tercerca visita de River Plate a la provincia y “es hoy por hoy una de las instituciones mejor organizada de la República”. Además se indicaba poseía en la Capital Federal (hoy Ciudad Autónoma de Buenos Aires) un estadio importante para casi 40.000 espectadores que había sido inaugurado en 1923. Se ubicaba en la esquina de Alvear (hoy del Libertador) y Tagle en el barrio de Recoleta lugar de donde fue desalojado en 1937. Pero un poco antes, en unos terrenos ubicados más al norte en el barrio de Núñez, comenzó la construcción del Monumental que se inauguró en 1938.

En el programa se incluyeron pruebas de atletismo, que se extendieron por varias jornadas, para darle un marco más espectacular a la jornada. El club era presidido por el ingeniero Mario Bron. Los millonarios realizaron una segunda presentación en el estadio santo y allí cayeron 2 a 1 con el representativo de la Federación Tucumana. El santo siguió con sus festejos. En la tarde del lluvioso domingo 13 de julio de 1924 se midió con los santiagueños de Atlético Mitre. El encuentro terminó empatado en dos goles. Y de acuerdo al relato “el equipo local tuvo una actuación buena. Hizo un partido mejor que cuando jugó con River”.

Coincidencia

Un guiño del destino hizo que aquel mismo 6 de julio de 1924 pero a más de 1300 kilómetros al sudeste, en la Capital Federal, en el barrio de la Boca, en la esquina de Brandsen y Del Crucero (hoy Del Valle Iberlucea); el Club Atlético Boca Juniors también inaugurara su estadio. El presidente Marcelo T. Alvear dio el puntapié inicial a las 15.20 para el encuentro entre los xeneizes y Nacional de Montevideo. El triunfo fue para los locales por 2 a 1. Este estadio fue demolido para dar paso a La Bombonera, que conocemos actualmente, inaugurada el 25 de mayo de 1940.

Dos estadios

En una nota de 1936 donde se recordaban los 27 años de historia del santo se decía que “San Martín es en Tucumán el único club, que en el espacio de ocho años, contó con dos estadios instalados y de su propiedad. A raíz de empeñosas gestiones se logró construir el primero en Bolívar y Alberdi en el año 1924, el cual fue vendido en el año 1930. El estadio actual ubicado en avenida Pellegrini y Bolívar, fue inaugurado en 1932, con un partido en el que intervino el team Uruguay Postal de Montevideo. “Este estadio es el que actualmente soporta una hipoteca de casi 19.000 pesos, la que se vence en noviembre del corriente año y para cuya cancelación está empeñada su actual comisión, como ya hemos informado desde estas mismas columnas” manifestaba nuestra crónica de entonces

En aquella misma nota se resaltaba que la tribuna que se habilitó en febrero de 1936 “se construyó con el esfuerzo y muchos sacrificios” y agregaba que “el estadio que los “santos” tienen en La Ciudadela sintetiza todo eso y para conservarlo libre de gravámenes, al margen de toda acechanza, es la obra que realizan ahora sus actuales autoridades secundadas por la voluntad de todos los que quieren al viejo club de la casaca rojiblanca”.

Historia

En la nota se detallan algunos de los hechos ocurridos ese memorable 2 de noviembre de 1909. “La primera asamblea fue celebrada, en el domicilio de Secundino Dante Torossi en calle Ayacucho 557 y entre aclamaciones de delirante entusiasmo, los catorce jóvenes fundadores decidieron tras largas discusiones llamar “San Martín” al club que recién palpitaba en los primeros estremecimientos de vida; siendo derrotada la facción que sostenía el nombre “Alem”. Los colores de la camiseta por analogía a los del glorioso “Alumni” de Buenos Aires serían a rayas verticales coloradas y blancas. Cada uno encargó su camiseta pagándola de su propio peculio, encargándose de su confección una fábrica de tejidos que existió hasta hace pocos años en la calle Piedras entre Alberdi y Bernabé Aráoz, donde las cobraban al precio de $ 2,00 cada una. Al capitán del primer equipo, Torossi, como un distintivo de su autoridad y como una condición más elevada que le otorgaba su puesto se encargó la confección de una casaca en la que las bandas coloradas eran horizontales, por lo cual según datos, le cobraron $ 10”.

Los campos de fútbol en Tucumán y Buenos Aires tienen una larga historia de mudanzas, cambios u otros usos alternativos. El club San Martín durante casi una década tuvo dos estadios hasta que vendió uno para quedarse definitivamente en la Ciudadela. Atlético tuvo que retrasar el inicio de las obras de su cancha, allá por 1921, debido a la existencia de una palmera en el centro del predio. Por la década de 1930, el estadio de cemento de Central Norte ocupaba parte del ex aeropuerto Benjamín Matienzo en el parque 9 de Julio (donde hoy está el club Los Tarcos), era un peligro para el delicado momento del decolaje y el aterrizaje de los aviones comerciales que ya surcaban los cielos tucumanos. Las compañías aéreas pidieron que sea demolido y el pedido se volvió más imperativo porque el 9 de julio de 1940 iban a llegar a nuestra provincia 80 aviones para los desfiles de la Independencia.