Demasiadas miradas indiscretas
Ayer por la mañana el plantel practicó en la cancha sintética de Deportivo Madryn. El cuerpo técnico no pudo llevar a cabo los trabajos de pelota parada debido a que el estado del campo no era el óptimo y, además, ese sector estaba abierto al público. Para evitar miradas indiscretas, Pablo Frontini instrumentó un circuito de coordinación y velocidad. Por eso, el “11” para visitar a la “banda” recién se confirmará hoy.
Un poco de fútbol antes del almuerzo
Como el plantel se entrenó en el predio del “depor”, Frontini y sus ayudantes Matías Farao, Juan Manuel Cobo y Eduardo González no volvieron al hotel junto al resto de la delegación. Se quedaron en el estadio “Abel Sastre” para ver el 0-0 entre el local y Quilmes. “Fue muy trabado. Deportivo Madryn hizo un poco más para ganar, pero no le alcanzó”, analizó más tarde Frontini en el hotel.
Saludos y buena onda
Wilfredo Olivera, ex defensor “santo” que hoy juega en Guillermo Brown, pasó a saludar a sus ex compañeros y compartió unos mates con Emanuel Dening (foto). Además, en el Rayentray Hotel también se concentraba Quilmes. Nahuel Frezzini, hijo de Marcelo (preparador físico “santo”), integra el cuerpo técnico de Mario Sciaqua en el “cervecero” y dialogó con su padre.
Abundante compañía para el plantel
El presidente Rubén Moisello, el vice Bruno Sogno y los dirigentes José Reina y León Kristal lideran la delegación en la Patagonia. También viajó el manager Alexis Ferrero. “Es un partido clave. Tenemos que ganar para volver a prendernos”, destacó Moisello en diálogo con LA GACETA.
Bonacci volvió a una convocatoria
Tras superar la lesión en el dedo de un pie, Pío Bonacci vuelve a ser una alternativa en ataque. El delantero había jugado el último partido el 9 de abril, contra San Martín de San Juan, por la fecha 11 de la Primera Nacional.