El debate entre responsables de dos municipios y de la provincia, a raíz de la situación de deterioro del Canal Norte, mueve a reflexión sobre el estado de este conducto de agua y de otros de sustancial importancia en el Gran Tucumán. El disparador fue la advertencia del intendente de Las Talitas, quien aseguró que el Canal Norte “cumplió vida útil”, mientras que el director del Agua afirmó que el gran problema que tiene es que “lo hacen funcionar como un contenedor a cielo abierto” y que, además, en la zona de la desembocadura al río Salí está destruido. Y un responsable de la municipalidad capitalina agregó que está obsoleto, que hay que buscar alternativas; que la tarea excede las órbitas municipales y que debe ser encarada por la provincia en conjunto con las administraciones comunales.

Se trata de dos problemas estructurales: el generado por el crecimiento urbano que no va acompañado de planificación a futuro de infraestructura, y el de la falta de acuerdo para el control de la limpieza de estos acueductos, que normalmente son llenados de basura en los sectores alejados del ritmo urbano. El director del Agua mencionó que “cuando fue planificado no existía Lomas de Tafí; entonces se ha incrementado el caudal de agua”, y remarcó también el crecimiento de Las Talitas. El funcionario de la Capital coincidió en que Canal Norte quedó obsoleto, por lo menos en cuanto a su propósito original, y que deben evaluarse alternativas. “Cuando fueron creados, tanto el Canal Norte como el Canal Sur absorbían el agua que caía y la sacaban, para que no llegue a la ciudad. En su momento, la capacidad alcanzaba pero ahora, 80 años después, la urbanización, la tala de árboles, ha hecho que ya no tengan esa función. Claramente ya no cumplen el rol, ya han quedado obsoletos en cuanto a resolver el problema para el que fueron creados”.

El director de la DPA reconoció que hay tramos con daños importantes, pero aseguró que “la vida útil del canal no está terminada”. Explicó que la desembocadura del Canal Norte en el río Salí es la zona más crítica. “Desde Lomas de Tafí hasta antes de llegar a Las Talitas, el canal se mantiene en un 60% o 70%; de ahí hacia Las Talitas, y hacia la desembocadura, ha sufrido muchos daños”. En cuanto a la problemática de la basura, los distintos funcionarios tuvieron diferentes opiniones sobre el hecho de que el Canal Norte, a cuyos márgenes hay infinidad de casillas de emergencia, está lleno de basura. “La Municipalidad en algún momento hizo una denuncia, donde el juez dictaminó que nosotros teníamos que encargarnos del mantenimiento y que la Municipalidad se encargaba de que no llegue la basura al canal, pero eso no se dio nunca. Nosotros seguimos limpiando el canal y a la semana, a los 15 días, ya vuelve a estar tapado de basura”, aseguró el director de la DPA. El funcionario municipal afirmó que no los dejaron intervenir. “La Justicia le ordenó a la Provincia que se haga un programa de limpieza, de mitigación, y no lo hicieron… La responsabilidad es exclusiva de la Provincia”. Según se explicó, hay un proyecto de hace 13 años para remodelarlo, pero nunca hubo financiación de parte de Recursos Hídricos de la Nación. También se propone la creación de nuevos canales de contención subterráneos. Dada la exigencia actual, tanto el Canal Sur como el Canal Norte deberían triplicar su capacidad de recibir y sacar agua. A esta altura de los tiempos, cabe pensar que es preciso un estudio íntegro del Gran San Miguel, con mirada a los próximos 30 años, y un programa para financiar estas obras millonarias. Conviene tener en cuenta que la urbanización va a seguir generando más presiones y se debería cambiar la estrategia de actuar en emergencias.