1.- La fecha pasó inadvertida. El aniversario transcurrió como si nada. Sin festejos oficiales. Sin balances formales, siquiera. Ayer se cumplió un año, exactamente un año, desde la asunción del actual Ministro de Economía de la Nación. Y nadie llevó torta para celebrar.
2.- Cuando la inflación de 2022 acumuló 94%, encendió todas las alarmas económicas y financieras conocidas. Eso sí, ni siquiera sonó una sirena en la CGT, porque cuando gobierna cualquier expresión no peronista se reclama redistribución de la riqueza. Pero como en este cuarto gobierno “K” la distribución de miseria es bastante pareja para todos, no se quejan. La inflación de este año será peor. El Fondo Monetario Internacional cambió la semana pasada su estimación para la Argentina: calcula que 2023 concluirá con una inflación del 120% (96% fue su cálculo a inicios de año).
3.- Si se toman sólo los 10 primeros meses de gestión del actual Ministro de Economía (desde el 3 de agosto de 2022 a junio pasado, mes al que corresponde el último índice difundido por el Indec), la inflación acumulada es ya del 100,7%.
4.- El 16 de diciembre pasado, el titular del Ministerio de Economía de la Nación puntualizó que, en su gestión, “el objetivo es que la inflación comience con 3% en abril”. Ese mes la inflación fue efectivamente del 3%... pero cada 10 días. En abril pasado, la variación del Índice de Precios al Consumidor alcanzó el 8,4%. En 2022, todos los países que limitan con la Argentina tuvieron, durante todo el año, una inflación menor a la que este país registró sólo durante ese mes.
5.- El actual Ministro de Economía no sólo equivocó esa proyección. De hecho, embarcó a millones de argentinos en otro error de cálculo descomunal. Por ejemplo, a todos los trabajadores estatales de Tucumán. El funcionario nacional postuló que, dado que la inflación iba a ceder en 2023, las paritarias debían acordar subas de sueldos moderadas. Las usinas del Gobierno empezaron a instalar, entonces, un “techo” para las recomposiciones salariales: la pauta fue que se mantuvieran en torno del 60%. En ese contexto, los sindicatos tucumanos acordaron una suba salarial del 33,5% para los siete primeros meses del año. Es decir, de enero a julio, inclusive. Sin embargo, sólo de enero a junio, la inflación acumulada oficial fue del 50,7%. Y aún falta conocer el dato de julio, que las consultoras estiman entre el 6,8 y el 7,2%. En pocas palabras, perdieron por goleada.
6.- El paro por 24 horas, sin asistencia a las escuelas, que llevará adelante hoy el gremio mayoritario de la docencia provincial, ATEP, y al que se sumaron Sadop y UDA-UDT, tiene que ver con ese desfase. Estamos transitando agosto y, por toda mejora para los empleados públicos, habrá un bono de $ 20.000. En el caso de la docencia, ese monto es sólo para los que sumen 181 puntos de escalafón, o más. Para los que estén por debajo, el pago será proporcional con el puntaje.
7.- El lunes habrá paro de colectivos. Fue confirmado ayer por la filial provincial de la Unión Tranviarios Automotor (UTA). El gremio adoptó esta medida de fuerza en repudio a la falta de pago de los haberes de julio, dado que el Gobierno nacional adeuda más de 1.500 millones de pesos en subsidios a las empresas de transporte público de pasajeros de Tucumán. La Provincia recibe migajas de los subsidios nacionales para el transporte público de pasajeros. Y esas migajas llegan tarde. Y mal. Para el que pretenda, con candor, que esas demoras no son responsabilidad del Ministerio de Economía sino del Ministerio de Transporte, lo cierto es que el titular de esta última cartera, el rosarino Diego Giuliano, llegó al cargo en noviembre pasado, auspiciado por el Ministro de Economía: trabajan políticamente juntos desde 2017.
8.- La pobreza está volviendo a los niveles de la parálisis económica de la pandemia, cuando había alcanzado al 42% de la población. La última medición la coloca en el 40%. En 2022 se sumó 1 millón de argentinos al ejército de la pobreza en el país. En la Argentina, la pobreza se mide meramente en términos monetarios (el costo de una “canasta” de servicios, indumentaria, comida, transporte, educación). Los precios, justamente, vienen siendo impiadosos con las clases medias y bajas. La inflación interanual, de junio de 2022 a junio pasado, fue del 123% para la Canasta Familiar Básica. Dentro de ella, sólo la Canasta Alimentaria aumentó, en igual período, 124%. Es decir, a mayor inflación, más sube “la línea de pobreza”. Y más argentinos se ahogan en las aguas de las carencias.
La patria en peligro
9.- Si se prefieren cifras puras y duras, ayer el mercado de divisas le festejó el primer añito de gestión al Ministro de Economía con una fiesta de disfraces para el espanto. El dólar oficial cerró en 290 pesos para la venta. El 3 de agosto del año pasado, la cotización era de 138,50 pesos.
10.- La evolución de esta cotización es la involución de la moneda nacional. El peso argentino se devaluó 109,4% durante los últimos 12 meses. Eso sí: el discurso oficialista advierte que, en realidad, “la oposición” quiere llegar al poder para concretar una devaluación. ¿Y la caída del valor del peso qué es, según “el relato”? ¿“Humildad monetaria” en el país del Papa Francisco?
11.- El dólar “blue” fue menos cruel. Ayer cerró con otro número récord: 577 pesos (en Buenos Aires, vale aclarar). Aunque parece una cifra para el escándalo, lo cierto es que su diferencia respecto de hace meses es del 93%: el 3 de agosto de 2022 cerró a 298 pesos. Léase: el dólar “blue” sigue detrás de la inflación. No hay buen pronóstico para que sueñan con que se sosiegue: la cotización del dólar, en un punto, es tan sólo un “precio” más en el mercado argentino.
12.- Claro está, hay quienes reniegan del dólar “blue” y no admiten que se le llame “libre” o “paralelo”. Aunque es el único dólar que se consigue sin restricciones, no está dentro del circuito formal de la economía. Por ende, es ilegal y evasor. Malas noticias: con los dólares financieros, que son perfectamente legales, no nos va mejor. Por caso, el dólar “MEP”. Este es un mecanismo para dolarizar carteras en pesos, mediante la compra con moneda nacional de títulos valuados en dólares, que luego pueden venderse en moneda extranjera. El 3 de agosto de 2022 cerró en 280,50 pesos. Ayer cerró en 514 pesos. Es decir, una diferencia del 83.2%.
13.- El dólar “CCL” (Contado Con Liquidación) se fue severamente más arriba. Tiene una mecánica similar al dólar “MEP”, pero en este caso además de títulos se pueden comprar acciones. Y la venta es en una cuenta en el exterior del país. Hace un año cerraba 288,34 pesos. Ayer se fue a dormir a 577,11 pesos. Es decir, un 100,1% más.
14.- El dólar “Turista” (le agrega a la cotización de la moneda estadounidense el 30% del impuesto PAIS, un 45% de percepción a cuenta de Ganancias y, desde el Mundial de Qatar, un 25% de percepción a cuenta de Bienes Personales) era de $ 230. Ayer cerró en $ 580. Es decir, esa “modalidad” trepó 152%. Por cierto: se necesita conocer el paradero de los actores que se filmaban alertando que “La patria está en peligro” cuando el dólar cotizaba $ 29 durante la gestión anterior…
Consecuencias
15.- Las reservas del Banco Central se encuentran con saldo negativo. Hasta la semana pasada, las reservas brutas habían caído 20.000 millones de dólares en lo que iba del año. Cuando comenzó el cuarto gobierno “K”, el saldo de reservas positivas era algo más de 14.500 millones de dólares. “Las reservas netas, que son la diferencia entre los activos del Banco Central y sus pasivos a corto plazo, cayeron a 6.450 millones de dólares. Es el nivel negativo más bajo de la historia”, dimensionó ayer, consultada por esta columna, la economista tucumana María José Romano Boscarino.
16.- Lo que no deja de crecer, en cambio, es la temible “bola de Leliq”. Las “Letras de Liquidez” son instrumentos a los que apela el Banco Central para absorber, precisamente, la liquidez de los depósitos que están en los bancos y sobre los cuales les paga intereses a los bancos. ¿Qué interés? La tasa de política monetaria está, en términos nominales, en su nivel más alta en décadas: 97%. ¿La razón? Que esa masa de dinero siga “inmovilizada”, en lugar de ser volcada a un mercado saturado de pesos, en el contexto de un Estado que no tiene reservas para respaldar su valor.
17.- En junio, la “bola de Leliq” ya superaba los 15 billones de pesos. O sea, millones de millones de pesos. Cuando asumió Alberto Fernández era de 1,1 billón. La “bola de Leliq” hoy equivale a 2,3 veces la base monetaria de la República Argentina. ¿Qué es la base monetaria? Según define el Banco Central, “está constituida por el dinero legal en circulación (billetes y monedas), más las reservas de bancos en el BCRA”. O sea, en el país todo lo que circula hoy, más todo cuanto está depositado en bancos, totaliza casi 6,38 billones de pesos (es el último dato oficial, correspondiente a junio). Eso, multiplicado por 2.3, es lo que está calzado como “deuda remunerada”. Es decir, a diario, el Banco Central paga a los bancos intereses por esa plata que tomó.
18.- ¿Cuánto se paga de intereses? En mayo, 940.000 millones de pesos. El presupuesto general de la provincia de Tucumán aprobado para todo 2023 no llega a ese monto: asciende sólo a $ 788.000 millones. O sea, el Gobierno que iba a preferir a los jubilados antes que a los bancos, le da por mes a los bancos más plata que la necesita esta provincia para funcionar durante todo un año. Las jubilaciones, en cambio, aumentaron durante este año tan sólo un 37,9%. Y en dos partes.
19.- Por suerte, en el escenario nacional, hay quien está alertando sobre este derrape económico y financiero del país. Y lo está haciendo desde las entrañas del oficialismo. “Estamos obligados a dar certidumbre, porque antes de buscar el contrato de los próximos cuatro años, tenemos que ir a cumplir este contrato, que fue lastimado por el endeudamiento, lastimado por pandemia, pero también con errores de otros gobiernos y también con errores propios por pérdidas de reserva y emisión descontrolada”, destacó el precandidato a Presidente de la Nación de Unión por la Patria. Sergio Massa formuló estas declaraciones el 20 de mayo pasado, para cerrar la reunión de la Mesa Nacional del Frente Renovador. Ese día le reclamó al Gobierno un “ mea culpa”.
20.- No todo está perdido. Y que el Ministro de Economía ponga las barbas en remojo. Massa le va a pedir explicaciones. Y está dispuesto a ir hasta las últimas consecuencias…