El lunes 24/07 LA GACETA informó que se ordenó reorganizar la Policía para erradicar la ola de inseguridad. El ministro de Seguridad informó de cambios de destino (¿rotación?) de los jefes; el de la zona Sud pasará a la Norte, de la zona Este seguirá en la Oeste, ídem con los jefes de comisarías y/o de todas las otras dependencias. Años ha, en cartas al Director opiné que, descontando los que están de licencia -enfermos, suspendidos, de servicio permanente en Casa de Gobierno, Tribunales, Hospitales y toda otra repartición o dependencia oficial-, el  personal uniformado que presta servicios 24 horas por 48 de descanso, de los 11.000 que tiene activos la Provincia para ejercer la sacrificada y peligrosa obligación de proteger a su población apenas dispone de 3.000 o 3.500 por día para cubrir todo el territorio provincial. En estos últimos días descubrimos que en todas la esquinas teníamos un uniformado que nos cuida pero al llegar la noche desaparece y en cada hogar al menos uno de sus integrantes “queda de guardia” protegiendo la familia y sus bienes porque al desaparecer los uniformados quedamos “regalados” para los delincuentes. Hay una cárcel superpoblada, insuficientes comisarías -algunas a punto de derrumbe como la seccional  2ª- y todo el territorio provincial superpoblado  en forma desordenada, favoreciendo a los delincuentes. Opino, tal vez exagerado, que urgente hay que “achicar” la jurisdicción de las comisarías, sumando nuevas y modernas dependencias,  y designar 10.000 o 20.000 policías más. Dinero no falta; está a la vista el derroche en las propagandas políticas y, de puro mal pensado, por el decir del pueblo, estaría bien que “los empleados ñoquis” vistan el uniforme policial.  

Ángel Ricardo Salguero  

salgueroricardoangel@gmail.com