BARCELONA, España.- Los socialistas españoles se han quedado con un escaño menos tras el recuento de votos del extranjero en las elecciones de la semana pasada, lo que dificulta que puedan formar una coalición de izquierdas, ya que necesitarían el apoyo de los separatistas catalanes y no sólo su abstención.
En las reñidas elecciones del 23 de julio, ni el bloque de izquierda ni el de derecha obtuvieron suficientes escaños para formar una mayoría, y los partidos separatistas catalanes Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts se convirtieron en piezas clave, con siete escaños cada uno.
Es probable que Esquerra respalde al presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, pero con el nuevo recuento de escaños, confirmado por la comisión electoral, parece que Junts, el partido más duro de los catalanes, también tendría que apoyarle activamente para que pudiera formar gobierno.
Sánchez convocó las elecciones anticipadas de la semana pasada después de que los partidos de izquierda fueran derrotados en las elecciones locales y regionales de mayo, con la esperanza de coger desprevenida a la oposición. La izquierda salió más reforzada de lo que pronosticaban las encuestas, pero Sánchez se enfrenta a una ardua tarea. El recuento de los votos de más de 233.000 españoles residentes en el extranjero dio un escaño en Madrid al PP que había sido concedido a los socialistas en el recuento inicial de votos.
Para formar gobierno se necesita mayoría absoluta en la votación parlamentaria del Congreso, de 350 representantes. Si ninguno de los bloques es capaz de conseguirla, se celebra una segunda votación y el bando con más votos gana por mayoría simple.
Según el recuento de escaños revisado, el PP podría reunir un total de 171 votos, incluidos 137 propios, 33 del partido de extrema derecha Vox y 1 de Unión del Pueblo Navarro, un partido regional. Ningún otro partido ha dicho que apoyará un gobierno que incluya a Vox.
Sánchez podría reunir 171 escaños con 121 escaños de los socialistas y el apoyo del partido de extrema izquierda Sumar (31 escaños), Esquerra (siete), los separatistas vascos EH Bildu (seis), el Partido Nacionalista Vasco (cinco) y el Bloque Nacionalista Gallego (uno).
Antes del cambio de escaños provocado por el recuento del voto exterior, el bloque de izquierda podía aspirar a 172 votos, mientras que el PP y sus aliados Vox y UPN sólo podían reunir 170 votos. Esto significaba que Sánchez sólo tenía que convencer a Junts de que se abstuviera, para volver al poder con mayoría simple.
Ahora, dependiendo de cómo decida actuar el partido canario, es probable que Sánchez necesite al menos un voto de Junts para vencer al PP y sus aliados. “Esto se lo pondrá más difícil a Sánchez porque si necesita sus votos, dará más poder a Junts para exigir cosas a cambio”, dijo Pablo Simón, analista político de la Universidad Carlos III de Madrid. (Reuters)