A las 9 partió desde el edificio de LA GACETA el equipo designado para cubrir el partido entre Central Córdoba y Atlético Tucumán: los cronistas Daniel Coronel y Gonzalo Cabrera Terrazas y el fotógrafo Franco Vera, junto al chofer Ángel Jiménez. Las peripecias vividas en una ruta atestada por miles de tucumanos que se movilizaron a Santiago del Estero son una anécdota en comparación con lo que vendría después: la violencia de la que fueron víctimas. El episodio constituyó un gravísimo ataque a la libertad de prensa e incluyó la injustificada detención de Vera. El reportero padeció el maltrato policial que se aprecia en el video grabado por Coronel y publicado en LAGACETA.com.

Pasó de todo en el partido de Atlético Tucumán: la seguridad nunca estuvo garantizada

Todo sucedió a la siesta, pocos minutos antes del inicio del partido. En las adyacencias del estadio “Madre de Ciudades” se registraron serios incidentes entre los hinchas y la policía. Fue durante la cobertura de esos hechos que Vera y Coronel se vieron atacados por los efectivos, por más que exhibieron las credenciales de prensa y las acreditaciones correspondientes. Vera es, además, uno de los principales referentes en el NOA de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (Argra). En ningún momento fueron escuchados.

Tras ser agredido por los guardias de infantería, a Vera lo trasladaron en una camioneta a la comisaría 2a. Coronel, quien también sufrió golpes y agresiones, además de la destrucción de su teléfono celular, se mantuvo en todo momento cerca de su compañero y junto al chofer se dirigieron a la dependencia policial. Mientras, Cabrera Terrazas había ingresado al estadio para seguir allí con la cobertura.

En imágenes: así fueron los graves incidentes en el partido entre Atlético y Central Córdoba

Una vez conocido el caso se produjo la inmediata reacción de numerosas entidades y de particulares. Primero se solidarizaron con los periodistas agredidos, luego expresaron un enérgico repudio y a continuación solicitaron que las autoridades políticas y policiales de Santiago del Estero se hicieran cargo, investigando a fondo y sancionando a los responsables. La primera de esas instituciones que se expresó fue la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa). En sintonía actuaron el Foro de Periodismo Argentino (Fopea), Argra y la Asociación de Prensa de Tucumán, entre otras. Ya actuaban en ese momento los abogados de LA GACETA.

En la comisaría, Vera fue alojado junto a otros detenidos durante los disturbios producidos fuera del estadio, varios de ellos tucumanos. Las gestiones para su liberación avanzaron y alrededor de las 18.30, cuatro horas después de haber sido detenido, el fotógrafo quedó en condiciones de marcharse. Pero antes radicó la correspondiente denuncia policial, que fue tomada por el Oficial Subinspector Leonardo R. Gramajo. Allí Vera detalla los hechos, identifica a quienes lo agredieron físicamente y detalla las amenazas que recibió. Como marca el procedimiento, fue revisado antes de emprender el regreso a Tucumán, por la médica Aline Suasnábar.

Al contrario de lo ocurrido en el estadio, cuando los efectivos le dijeron que estaba detenido, en la comisaría los policías cambiaron el discurso y le informaron a Vera que sólo estaba demorado y que por eso le permitieron usar el celular.

Tras buscar a Cabrera Terrazas del estadio, el equipo de LA GACETA regresó a Tucumán, otra vez en una ruta congestionada por el tránsito. Llegaron a la Redacción a las 22.45.