Los líderes africanos presionaron ayer al presidente ruso Vladimir Putin para que siga adelante con su plan de paz para poner fin al conflicto de Ucrania y renovar un acuerdo sobre la exportación segura de grano ucraniano en tiempos de guerra que Moscú rompió la semana pasada. Si bien no criticaron directamente a Rusia, sus intervenciones en el segundo día de una cumbre fueron más concertadas y contundentes que las que los países africanos han expresado hasta ahora.

Sirvieron como recordatorios de la profundidad de la preocupación africana por las consecuencias de la guerra, especialmente el aumento de los precios de los alimentos. “Esta guerra debe terminar. Y solo puede terminar sobre la base de la justicia y la razón”, dijo el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, a Putin y a los líderes africanos en San Petersburgo. “Las interrupciones en el suministro de energía y granos deben terminar de inmediato. El acuerdo de granos debe extenderse en beneficio de todos los pueblos del mundo, los africanos en particular”, acotó.

El presidente de la República del Congo, Denis Sassou Nguesso, dijo que la iniciativa africana “merece la mayor atención”, y pidió “urgentemente” la paz. El presidente senegalés, Macky Sall, solicitó “una distensión para ayudar a crear calma”, mientras que el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, señaló que esperaba que el “compromiso y la negociación constructivos” pudieran ayudar a poner fin al conflicto.

Los planteos llevó a Putin a defender repetidamente la posición de Rusia y culpar a Ucrania y Occidente. Dijo que era Kiev la que se negaba a negociar en virtud de un decreto aprobado poco después de que afirmara en septiembre pasado haber anexado cuatro regiones ucranianas que Rusia controla parcialmente. Rusia ha dicho durante mucho tiempo que está abierta a las conversaciones, pero que deben tener en cuenta las “nuevas realidades” sobre el terreno. (Reuters)