Encerrados en un espacio reducido. Sin conexión con el exterior. Con el temor a cuestas. Miedo a quedarse sin aire. O a que el ascensor se caiga. Una pesadilla por la que nadie quisiera pasar. Pero a veces, muchas veces, sucede.

Los bomberos suelen atender frecuentemente este tipo de emergencias, cuenta Hernán Rodríguez Salazar, presidente de la Asociación Bomberos de Yerba Buena. El domingo pasado, la alarma del cuartel sonó a media tarde. Cuatro personas habían quedado atrapadas en el ascensor de un edificio de la avenida Perón. Buscaron las herramientas y partieron lo más rápido posible.

En estos casos, los efectivos saben que raramente hay vidas en peligro, pero los nervios y la ansiedad de la gente que quedó atrapada pueden jugar en contra en los trabajos de rescate. Por eso, apenas llegan, intentan llevar tranquilidad. “Hay personas que entran en pánico, especialmente por la incertidumbre”, relata Rodríguez Salazar.

El segundo paso es intentar abrir la puerta del ascensor con una llave maestra que tienen los bomberos y que también suelen tener los porteros de edificios, cuenta. Si con eso no se puede, hay que recurrir a la maquinaria hidráulica, una especie de barreta que también utilizan cuando deben rescatar personas accidentadas, atrapadas en vehículos.

“Estamos acostumbrados a participar en estos operativos de rescate”, y comentó que el año pasado tuvieron intervenciones similares. En la capital, donde cuatro de cada 10 viviendas son departamentos, estos procedimientos son más frecuentes.

Se calcula que hay aproximadamente 3.000 ascensores en San Miguel de Tucumán. Que queden fuera de servicio no es algo extraño, reconocen las fuentes consultadas para esta nota. Y en la gran mayoría de los casos no es peligroso quedarse atrapados en estos cubículos, aclaran.

Tanto los cortes de luz como la baja de tensión o distintos mecanismos de seguridad que tienen los elevadores pueden causar que quede fuera de servicio un equipo de ascensor. Llegado el caso de que esto ocurra, es muy importante no intentar salir del cubículo por los propios medios. Se corren muchos riesgos, entre otros, de que el aparato se ponga de nuevo en marcha.

Fernando Guerrero, dueño de una empresa de instalación de ascensores en Tucumán, comenta que, precisamente, la mayoría de los accidentes ocurre cuando alguien quedan encerrado e intenta salir sin la colaboración de personas idóneas, cuando el elevador está entre dos pisos, por ejemplo. Al intentar saltar, se resbalan y caen al pasadizo.

¿Qué se debe hacer en estos casos? Si el ascensor se detiene por alguna falla, lo primero es apretar el botón antipánico o alertar a algún vecino para que llame a los bomberos, al portero o al servicio de emergencias de la empresa conservadora (siempre debe haber un papel pegado dentro del ascensor con esta información) .

“El lugar más seguro para permanecer es dentro de la cabina, esperando la llegada del personal de auxilio”, remarca. Puede resultar incómodo y desesperante. Cada segundo encerrado resulta una eternidad, especialmente para quienes sufren claustrofobia.

Respecto a los temores que aparecen, Guerrero aclara un factores importante a tener en cuenta: es casi imposible que un elevador se desplome como vemos en el cine porque tienen un freno automático (un dispositivo llamado paracaídas) que se activa cuando hay un desperfecto técnico.

“Es casi imposible que esto ocurra. Los ascensores son los medios de transporte más seguros del mundo. Eso sí no deben usarse en caso de incendio o de amenaza de bomba”, resalta.

Sobre el otro miedo frecuente, Guerrero explica: “la persona que está encerrada no se va a quedar sin oxígeno; el aire dentro del ascensor no se va a agotar rápidamente, ya que poseen sus propias rejillas de ventilación e infinidad de hendijas por donde penetra el aire desde el exterior”.

Los ascensores son mecanismos electromecánicos y no están exentos de fallas, explica Guerrero. “Decir que un ascensor no se va a parar nunca es imposible”, apunta. Pero remarca que estos medios de transporte están dotados de un montón de sistemas de seguridad. Además, del dispositivo de paracaídas, las puertas automáticas cuentan con barreras fotoeléctricas para evitar aplastamientos. Asimismo, cuentan con sistemas de destrabe. Los elevadores, por otro lado, tienen controles del tiempo de recorrido, frenos y nivelaciones.

Controles

Pese a que los elevadores tienen muchos sistemas de seguridad, el experto hace una aclaración: los equipos deben ser controlados y verificados mensualmente para constatar que todos los elementos de seguridad funcionan bien. Cuando fallan los cuidados, los elevadores se convierten en una trampa mortal.

El mantenimiento o verificación técnica es responsabilidad de la empresa contratada por un consorcio y debe ser periódico. De hecho, existe un libro que se firma cada vez que van los técnicos a controlar el estado del equipo.

La gran mayoría de los edificios lo cumple, según el experto, aunque el problema de fondo es que no siempre esos controles son de buena calidad. “La prioridad es la seguridad del usuario; por eso siempre se debe verificar que la empresa que hace las verificaciones tenga profesionales calificados y preparados; que revisen bien todos los sistemas del ascensor, no solo si funcionan bien las luces. La calidad del mantenimiento de un elevador es esencial. Necesita estar en perfecto estado; no importa su es viejo o nuevo. La calidad del equipo también influye. Por eso, a veces, comprar equipos muy baratos no es conveniente. Aquí no hay que priorizar el confort sino las medidas de seguridad”, explica, y detalla que hoy un ascensor cuesta entre U$S 50.000 y U$S 60.000.

Qué hacer si nos quedamos encerrados en un ascensor:

Integrantes del Comité Permanente de Seguridad de la Federación de Asociaciones y Cámaras de Ascensores de Argentina (Facara) aconsejan respirar profundo, no intentar salir por los propios medios y esperar el rescate.

Para evitar riesgos, Facara menciona las siguientes medidas de seguridad:

- No usarlo en caso de incendio o inundación.

- Los niños deben viajar siempre acompañados de un adulto y alejados de las puertas. Además deben descender siempre delante de quienes lo acompañan (para que no queden encerrados sin un adulto que lo acompañe).

- Antes de ingresar, asegurarse que el ascensor esté al nivel del piso.

- Respetar la capacidad máxima de carga.

- No detenerse entre las puertas del ascensor.

- No introducir las manos o los pies a través de las puertas tijeras.

- Si el ascensor se detiene fuera de los pisos, no tratar de descender por los propios medios. Se debe pulsar la alarma y esperar.

- No intentar forzar las puertas en ningún momento.

- No hacer movimientos bruscos dentro de la cabina.

- No emprender tareas de rescate de las personas que se encuentren atrapadas, sino llamar a la empresa que instaló los ascensores para su auxilio.

- Para el mantenimiento del ascensor, contratar a una empresa responsable.

- En caso de encierro, la recomendación es mantener la calma, ya que los nervios y la ansiedad juegan en contra.

- Conviene pensar en temas que nos interesan y nos generan placer; respirar pausado. Inspirar profundamente y exhalar lentamente. Esto permite disminuir el ritmo cardíaco y restablecer la calma. Por último, utilizar el humor como herramienta, tratando de desdramatizar la situación y no desesperarse. Hay que tener en cuenta que la situación es pasajera y luego se convertirá en una anécdota", resaltaron.