NACIONES UNIDAS.- El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtió que un “puñado de donaciones” no corregirá el dramático impacto del fin de un acuerdo que había permitido la exportación segura de grano ucraniano desde el Mar Negro durante el pasado año, a pesar de la guerra en territorio del principal productor de cereales del mundo.

Los precios mundiales del trigo se han disparado alrededor de un 10% en los últimos 10 días, después de que Rusia abandonó el pacto -mediado por Naciones Unidas y Turquía en julio de 2022- y comenzó a atacar los puertos ucranianos y la infraestructura de grano en el Mar Negro y el río Danubio.

“Está claro que sacar del mercado millones y millones de toneladas de cereales (...) llevará a precios más altos”, dijo Guterres. “Así que no es con un puñado de donaciones a algunos países como corregimos este impacto dramático que afecta a todos, en todas partes”.

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Guterres se refirió así a la promesa del presidente ruso, Vladimir Putin, a los líderes africanos, durante una cumbre que se realizó en San Petersburgo.

Putin dio que donaría 50.000 toneladas de grano a seis países africanos, a pesar de las sanciones occidentales, que, según él, dificultan a Moscú la exportación de sus cereales y fertilizantes.

Las exportaciones rusas de cereales y fertilizantes no están sujetas a sanciones occidentales, pero Moscú dice que las restricciones en los pagos, la logística y los seguros han sido un obstáculo para los envíos.

En el marco del acuerdo sobre cereales del Mar Negro, cuyo objetivo era combatir una crisis alimentaria mundial agravada por la invasión de Ucrania por Rusia en febrero de 2022, se exportaron casi 33 millones de toneladas de cereales ucranianos.

Aunque el nivel de los precios mundiales del trigo es aproximadamente la mitad de los máximos históricos alcanzados a principios de marzo de 2022 tras la invasión rusa, Guterres afirmó que cualquier aumento “será pagado en todas partes, y en concreto por los países en desarrollo y las personas vulnerables de los países de renta media e incluso de los desarrollados”.

La cumbre Rusia-África arrancó ayer en San Petersburgo, la antigua capital imperial. Según el Kremlin, habrá una declaración final, que “fijará enfoques coordinados para el desarrollo de la cooperación rusoafricana”.

Durante el discurso de inauguración, retransmitido por la televisión rusa y republicado por la cadena alemana DW, Putin dijo: “En los próximos meses seremos capaces de garantizar envíos gratuito de 25.000 a 50.000 toneladas de granos a Burkina Faso, Zimbabue, Malí, Somalia, República Centroafricana y Eritrea”.

Los países pobres, en particular en África, temen una nueva escalada de los precios de los alimentos tras el reciente final de un acuerdo de exportación de cereales ucranianos a través del mar Negro. Aislado en la escena internacional desde el lanzamiento de su ofensiva militar en Ucrania, Putin cuenta con su socio chino, pero también con el apoyo de numerosos países africanos. (Reuters-Especial)