Joe Lewis, dueño de la mansión ubicada en Lago Escondido y propietario del club inglés de fútbol Tottenham Hotspur, se entregó hoy a la Justicia de Estados Unidos para declarar en la causa que lo investiga por fraude financiero y traficar información privilegiada.

Finalmente, el empresario se declaró "no culpable" y fue liberado tras pagar una fianza de U$S300 millones.

La oficina del Distrito Sur de Nueva York acusó al empresario, ya que habría proporcionado información confidencial sobre empresas que cotizan en la bolsa a varios de sus allegados, quienes gozaron de ganancias en la compra y venta de acciones. 

El fiscal Damian Willims explicó que entre los años 2013 y 2021, "Lewis abusó de su acceso a las salas de juntas de las empresas y proporcionó repetidamente información privilegiada a sus parejas sentimentales, sus asistentes personales, sus pilotos privados y sus amigos". "Esa gente hizo entonces negocios con esa información privilegiada y ganó millones de dólares en bolsa, porque gracias a Lewis esas apuestas eran algo seguro".

"Nada de esto era necesario. Joe Lewis es un hombre rico, pero como alegamos, usó información privilegiada como una forma de compensar a sus empleados o para colmar de regalos a sus amigos y amantes. Esa es la corrupción corporativa clásica. Es hacer trampa y va en contra de las leyes, que se aplican a todos, sin importar quién seas", agregó Williams.

El empresario británico podría enfrentar hasta 25 años de prisión por el cargo más grave.

El británico es señalado por decirle a una novia que invirtiera en una empresa de biotecnología en julio de 2019, antes de que se hicieran públicos los resultados de un ensayo clínico.

Tras hablar con ella, supuestamente entró él mismo en su cuenta bancaria y utilizó casi todos sus fondos disponibles para invertir en la empresa, por valor de U$S700.000 y a continuación vendió las acciones con un beneficio de U$S849.000, consignó la BBC.