“La hepatitis C es una enfermedad que la mayoría de las veces no da síntomas, por eso es tan importante realizarse el test por lo menos una vez en la vida. Campañas como la que estamos lanzando a nivel nacional son oportunidades inmejorables para hacerlo. Si el testeo -que es rápido e indoloro- da negativo, la persona sigue con su vida. Si, en cambio, da positivo y luego se confirma el diagnóstico, los profesionales de la salud la acompañaremos para que pueda curarse y evitar complicaciones potencialmente severas a futuro”, explicó el doctor Sebastián Ferretti, presidente de la Sociedad Argentina de Hepatología (SAHE), en el marco de la campaña de concientización que se realiza esta semana en todo el país.

Preocupa el elevado subdiagnóstico en Argentina y en el mundo. Se calcula que -en nuestro país- entre seis y siete de cada 10 personas que tienen el virus lo ignoran, lo que refleja la necesidad de trabajar en mejores mecanismos de detección y en seguir concientizando a la comunidad para que cuide la salud de su hígado tanto como cuida la de su corazón u otros órganos.

“El estudio para detectar hepatitis B y C es sencillo, pero lamentablemente no se encuentra entre los análisis de rutina que el médico de cabecera solicita en un chequeo habitual. Sobre ese punto también tenemos que trabajar los hepatólogos, gastroenterólogos e infectólogos, que somos los que estamos más cerca de esta enfermedad todos los días. Tenemos que comprometernos a difundir la importancia de pedir este estudio entre los demás profesionales de la salud, como los clínicos, cardiólogos, endocrinólogos, ginecólogos y geriatras, entre otras especialidades”, remarcó el doctor Esteban González Ballerga, vicepresidente de la SAHE.

“Una persona puede tener hepatitis C y no saberlo durante décadas. Si se deja estar y pasan los años, lamentablemente llegará al diagnóstico cuando el daño hepático sea avanzado y tal vez presente grados de cirrosis, riesgo de cáncer de hígado y necesidad de recibir un trasplante. Todo esto puede evitarse testeándose a tiempo”, explicó el doctor Manuel Berbero, también de la SAHE.

Contagio

Por prejuicio o desinformación, muchas personas creen que no estuvieron expuestas al virus o que están protegidas por las vacunas, pero la hepatitis C no es de las hepatitis que pueden prevenirse con vacuna (esas son la A y la B) y esta se transmite por contacto con sangre contaminada.

Durante muchos años, este virus circuló, pero no se lo conocía, y además no existía la conciencia actual sobre las medidas de esterilización de instrumental que entraba en contacto con sangre. Por lo tanto, miles de personas contrajeron hepatitis C -sin saberlo- en tratamientos odontológicos, cirugías, al realizarse tatuajes, piercings y otros tratamientos de belleza, al recibir transfusiones, compartiendo jeringas, cepillos de dientes, afeitadoras o canutos para aspirar sustancias ilícitas, entre otros elementos cortopunzantes.

El doctor Barbero aclaró: “hoy es mucho más habitual la esterilización adecuada de todo el instrumental que se utiliza en cada intervención de salud o estética, y las personas tienen más conciencia sobre los riesgos de entrar en contacto con sangre ajena, por lo que hay menos transmisiones que en los años 80 y 90. De todos modos, todos, aunque fundamentalmente los mayores de 35 o 40 años, con mayor o menor conocimiento, pudimos haber estado expuestos al virus, lo que amerita la realización del test para sacarse la duda”.

Buscar al paciente

“Vale la pena salir a buscar a los pacientes porque hoy contamos con medicación que curan prácticamente a todos en pocas semanas, casi sin efectos adversos, y que son cubiertas por obras sociales, prepagas y por el Estado. Entonces, si se diagnostican antes de que la enfermedad progrese, podrán curarse a tiempo y evitar poner en riesgo su vida”, reconoció el doctor Ferretti.

Otro aspecto crítico de esta enfermedad es que hay un grupo significativo de pacientes que tiene diagnóstico hace varios años o décadas, pero no ha vuelto al profesional de la salud para curarse porque ignora que hay remedios que curan, porque recuerda los duros efectos adversos de medicamentos anteriores, porque cree que deberá pagar el tratamiento de su bolsillo, porque posterga su salud por otras prioridades o, simplemente, porque no le da importancia ya que esta enfermedad durante muchos años no da síntomas ni duele.

Dónde podés testearte en Tucumán

En el marco del Día Mundial de las Hepatitis Virales, la Sociedad Argentina de Hepatología (SAHE) lanzó una campaña de detección de hepatitis C que incluye testeos gratuitos y sin turno previo, durante toda esta semana.
En Tucumán se están realizando en el Consultorio de Prevención del Hospital Centro de Salud Zenón Santillán, y continuarán hasta el viernes, de 8 a 9. Para el mismo fin se habilitarán el anfiteatro Amenábar y el hall del hospital.

El viernes por la mañana también se harán testeos en la plaza Belgrano y el martes 1 de agosto se llevarán a cabo en el comedor Nuevo amanecer, del barrio ATEP.

La Organización Mundial de la Salud había propuesto el ambicioso objetivo de eliminar la hepatitis C en el mundo para 2030 y Argentina ha tomado múltiples medidas orientadas a ese objetivo, más allá de la dificultad que representa.

El desarrollo de constantes iniciativas de testeo a la comunidad es una de las iniciativas que contribuyen a lograrlo.