“Si yo hago un balance ahora me estoy equivocando. El balance se hace cuando termine este mini torneo. Ya de entrada, no cumplimos con el objetivo de 15 puntos que nos propusimos”, dijo Sergio Gómez luego de la victoria ante Independiente.

La respuesta de uno de los técnicos de Atlético suena a exigencia pura y gráfica; exactamente el día a día de la dupla desde que llegó a Tucumán. Trabajo, trabajo y más trabajo. No hay tiempo para balances, el mini torneo que empezó a jugar el dúo técnico compuesto por Gómez y Favio Orsi está llegando a su final y los puntos conseguidos tranquilizaron a hinchas y dirigentes; pero no convence a los entrenadores quienes se muestran insaciables.

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Desde que arribaron al club, el 3 de julio, pasaron 21 días y en ese interín, Atlético disputó cuatro partidos, cosechando 10 de 12 puntos posibles y enderezando el rumbo de un equipo que bajo el mando de Lucas Pusineri parecía perdido.

A base de trabajo y exigencias, los técnicos cambiaron abucheos por aplausos y le devolvieron la ilusión de pelear por cosas importantes al equipo. La clave en esto fue la planificación. Más allá que la salida de Pusineri se dio en un momento en que el equipo empezaba a mostrar signos de mejoría, la dupla aprovechó ese momento y pudo explotarlo al máximo.

Durante las primeras dos semanas, cada estímulo (como le llaman ellos al entrenamiento) fue intenso. Más de 120 minutos de trabajo continuo en algunos casos, lo que generó algunas caras largas en el plantel que cambiaron a fuerza de muy buenos resultados.

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Aunque a Gómez-Orsi no les guste hacer balances, desde afuera se detectan muchos aspectos positivos y vale la pena resaltarlos; teniendo en cuenta que el sábado terminará el mini torneo de la dupla y la Liga Profesional para Atlético.

Primer punto. El aspecto defensivo: Tomás Marchiori se volvió imbatible con la llegada de los entrenadores. En un trabajo en conjunto (también se destacan Bruno Bianchi y Nicolás Romero) la defensa de Atlético fue de lo mejor que mostró el equipo en los cuatro partidos de la dupla. No recibieron goles y partiendo de allí, es más fácil sumar.

Segundo punto. Estigarribia sinónimo de gol: desde la llegada de la dupla el equipo anotó cuatro goles en total y Marcelo Estigarribia hizo tres (el otro fue de Enrique en contra). El delantero se destapó y en cuatro partidos hizo la misma cantidad de goles que en los otros 20 partidos de la Liga Profesional.

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Tercer punto. Un trabajo mixto: el equipo muestra funcionamiento grupal e individual. Cuando sus figuras no se destacan, aparece el equipo. Contra el “rojo”, el “decano” tuvo que suplir la ausencia de Joaquín Pereyra -el mejor jugador del semestre- y si bien no brilló, sumó tres puntos sin su figura y eso fue valorado por los técnicos.

Cuarto punto. Columna vertebral: Marchiori, Romero, Bianchi, Pereyra y Estigarribia atraviesan un buen momento y el “11” lo nota. No hubo demasiados cambios de nombres entre los ciclos de Pusineri y de la dupla, pero los jugadores captaron rápidamente la idea de los nuevos entrenadores y los resultados se reflejan en la tabla.

Aún falta un partido, es verdad. Pero el trabajo del cuerpo técnico hasta ahora está más que aprobado, el resultado que se consiga en Santiago el sábado no modificará el punto de vista. Atlético tiene los cimientos firmes y está listo para empezar a construir.