NACIONES UNIDAS.- Un aumento en los precios de los cereales desde que Rusia renunció a un acuerdo que permite la exportación segura de granos de Ucrania por el Mar Negro amenaza potencialmente con el hambre y algo peor para millones de personas, dijo el jefe de ayuda de las Naciones Unidas al Consejo de Seguridad.
“Algunos pasarán hambre, algunos morirán de hambre, muchos podrían morir como resultado de estas decisiones”, advirtió Martin Griffiths al consejo de 15 miembros, y agregó que unos 362 millones de personas en 69 países necesitan ayuda humanitaria.
Rusia renunció el lunes al acuerdo de granos del Mar Negro, diciendo que no se habían cumplido las demandas para mejorar sus propias exportaciones de alimentos y fertilizantes, y que no había llegado suficiente grano ucraniano a los países más pobres.
Los futuros de trigo de Estados Unidos en Chicago subieron más del 6% esta semana y el miércoles registraron su mayor ganancia diaria desde que Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022. Ayer se redujeron algunos de esos avances, en parte debido a la esperanza de que Moscú pueda reanudar las conversaciones sobre el acuerdo.
El acuerdo de granos del Mar Negro fue negociado hace un año por la ONU y Turquía para combatir una crisis alimentaria mundial, agudizada por la invasión. Ucrania y Rusia son los principales exportadores de cereales del mundo y el comercio de estos alimentos se resintió enormemente desde la invasión, el 24 de febrero de 2022.
La ONU argumenta que el acuerdo del Mar Negro fue una operación comercial y benefició a los estados pobres, al ayudar a reducir los precios de los alimentos en más del 23% a nivel global, desde marzo del año pasado.
El Programa Mundial de Alimentos también envió 725.000 toneladas de granos a Afganistán, Yibuti, Etiopía, Kenia, Somalia, Sudán y Yemen.
Sin embargo, Mikhail Khan, un macroeconomista a quien Rusia pidió que informara al Consejo de Seguridad, dijo que los países más pobres habían recibido solo el 3% del grano enviado por Ucrania, de acuerdo con datos de la ONU.
El impacto del acuerdo en términos de provisión de granos ucranianos a los mercados globales “no es muy significativo”, dijo.
Ataques al puente de Crimea
Rusia está negociando exportaciones de alimentos a los países más necesitados luego de su salida del acuerdo, pero aún no ha firmado ningún contrato, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores, Sergei Vershinin, durante una comparecencia en Moscú.
Vershinin, acusó directamente a Ucrania de utilizar el corredor habilitado para exportar cereales en el Mar Negro para lanzar “ataques terroristas” contra intereses de su país, incluido un asalto al Puente de Crimea, la semana pasada. Ucrania niega el uso del corredor con fines militares, pero Vershinin alegó, sin aportar pruebas, que hubo varias situaciones de agresión.
“Se usó, como sabemos, y también hemos hablado de eso, para organizar ataques terroristas”, dijo. “Fue el Puente de Crimea, ya dos veces; fue Sebástopol, recuerden el pasado octubre”, dijo el funcionario ruso.
Además, insistió en que se había ignorado un memorando paralelo en el que se comprometía a facilitar sus propias exportaciones de alimentos y fertilizantes. Desde entonces, Rusia advierte que supondrá que cualquier barco que viaje a Ucrania llevará armas, y sus países de bandera se considerarán partes en la guerra.
Ayer, Rusia atacó las instalaciones de exportación de alimentos de Ucrania por cuarto día consecutivo y practicó la incautación de barcos en el Mar Negro. Moscú dijo que es una represalia por un ataque ucraniano en el puente de Rusia a Crimea.
“La nueva ola de ataques a los puertos ucranianos corre el riesgo de tener un impacto de gran alcance en la seguridad alimentaria mundial”, dijo al Consejo de Seguridad la jefa de asuntos políticos de la ONU, Rosemary DiCarlo.
El presidente turco, Tayyip Erdogan, espera reunirse con el mandatario ruso, Vladimir Putin, en agosto, para abordar conversaciones que podrían conducir a la restauración del acuerdo. Ayer pidió a los países occidentales que consideren las demandas de Rusia.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, dijo que Rusia no tenía motivos legítimos para abandonar el acuerdo.
Las exportaciones de granos y fertilizantes de Rusia no están sujetas a sanciones occidentales, pero Moscú insiste en que las restricciones en los pagos, la logística y los seguros han sido una barrera para los envíos.
Una demanda clave de Moscú es que se reconecte el Banco Agrícola de Rusia, Rosselkhozbank, al sistema de pagos internacionales SWIFT. Los negocios fueron suspendidos por la Unión Europea en junio de 2022, tras cuatro meses de guerra.
Antes de que Rusia se retirara del acuerdo del Mar Negro el lunes, la ONU había negociado una propuesta con la Comisión Europea para conectar una subsidiaria de Rosselkhozbank a SWIFT. (Reuters)