Las temperaturas cada vez más extremas que están viviendo España, Italia, Grecia y Turquía a causa del calentamiento global transformarán el turismo en los próximos años,
La demanda de viajes se disparó en el verano europeo, luego de los años de restricciones por la pandemia. Pero muchos están padeciendo, en vez de disfrutando, sus paseos.
Aunque, según Catherine Livesley, fundadora del operador No Fly Travel Club, no hubo aumento de cancelaciones, la ola de calor “sin duda hace que las vacaciones sean menos agradables para los huéspedes”.
Algunos lugares sobre el Mar Mediterráneo sufren temperaturas superiores a los 40° C en los últimos días. Este aumento de las temperaturas estivales en el sur de Europa, que se repite desde hace ya varios años, podría cambiar la cara del turismo en la región en el futuro.
“Empieza a haber una tendencia de que los viajeros europeos busquen en verano alternativas a los países junto al Mediterráneo que, sin embargo, siguen siendo los destinos preferidos”, explicó Eduardo Santander, director de la Comisión Europea de Viajes.
Los organismos turísticos y los expertos creen probable que los viajeros empiecen a elegir destinos más frescos o a tomar vacaciones en primavera y otoño para evitar el calor extremo.
Según la Comisión Europea de Viajes, el número de personas que esperan viajar a la región mediterránea de junio a noviembre -meses de verano y otoño en el Hemisferio Norte- ya descendió un 10% en comparación con el año pasado, cuando el clima abrasador provocó sequías e incendios forestales. Destinos como República Checa, Dinamarca, Irlanda y Bulgaria, en cambio, registran un aumento del interés.
La situación también causa preocupación por los efectos de las altas temperaturas en la salud de las personas, que durante las vacaciones pasan mucho tiempo al sol o haciendo actividades al aire libre, consumen alimentos que no están en su dieta habitual y suelen beber más alcohol de lo usual. Además, el aire acondicionado se convierte en un requisito para contratar un alojamiento.
El Ministerio de Asuntos Exteriores británico ha emitido advertencias de viaje para Italia, España y Grecia. Aconsejan a los viajeros que visiten el sitio web del NHS (Servicio Nacional de Salud) o los sitios web de los ministerios de sanidad extranjeros para obtener consejos sobre cómo mantenerse a salvo.
El calor extremo está poniendo a prueba a los servicios médicos locales en muchas regiones. Por ello, en las regiones turísticas están aconsejando a los visitantes que se aseguren de aplicarse protección solar, eviten estar al aire libre durante las horas más calurosas del día y se mantengan hidratados.
Además, instan a no beber alcohol, que aumenta las probabilidades de deshidratación, agotamiento por calor o insolación, y enfatizan la importancia de contar seguro de viaje por si se necesita tratamiento médico.
No son recomendaciones vanas. Algunos han tenido que interrumpir sus viajes tras sufrir dolores de cabeza y mareos.
Las historias de personas evacuadas en helicóptero de playas italianas o llevados en ambulancia desde la Acrópolis de Atenas inundan los medios de comunicación europeos.
Varios turistas entrevistados en Roma dijeron que no volverían a reservar un viaje en julio, ya que les costaba beber suficiente agua y encontrar sitios con aire acondicionado para descansar. (Reuters-Especial)