El Gobierno británico no ocultó su enojo y expresó su malestar con la Unión Europea por haberse referido a las Islas Malvinas con ese nombre y no con el de Falkland Islands en la histórica declaración que suscribió el martes último con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Cabe recordar que en ese documento se reconoció la existencia de una disputa entre la Argentina y el Reino Unido por la soberanía sobre el archipiélago.
Un portavoz del primer ministro británico, Rishi Sunak, señaló en diálogo con la prensa de Londres que haber mencionado a islas de esa manera constituyó por parte de la UE una “lamentable elección de palabras”.
La aclaración de la Unión Europea
A raíz del malestar que despertó este tema en Reino Unido, Peter Stano, portavoz principal de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE, intentó bajar la espuma y aclaró a medios internacionales que “los Estados miembros de la UE no han cambiado sus puntos de vista y posiciones con respecto a las Falklands/Islas Malvinas".
“La UE no está en condiciones de expresar ninguna posición sobre las Falklands/Islas Malvinas, ya que no hay ningún debate en el Consejo sobre este asunto”, sostuvo Stano.
El duro comunicado de la asamblea legislativa británica
A través de un comunicado, Teslyn Barkman, titular la asamblea legislativa británica en Malvinas, aseguró, en nombre del cuerpo que dirige, estar “muy decepcionados de que se haya decidido, sin la participación de 'Falkland Islands' (el nombre con el que el Reino Unido designa a las Malvinas) o del Gobierno del Reino Unido, referirse a nuestras Islas con un nombre que nos ha dado nuestro vecino argentino, agresivo y hostil”.
“A mí y a los demás miembros del Legislativo nos gustaría dejar claro que esta noticia de Bruselas no cambia nada. La propia UE ha emitido un comunicado para decir que no ha cambiado su punto de vista y posición con respecto a las islas”, agregó Barkman y destacó que Reino Unido haya “respondido rápidamente a esta noticia, apoyando nuestros derechos a la autodeterminación”.
“Instamos a los miembros de la Unión Europea a respetar los deseos de los habitantes de las islas y referirse a nosotros por nuestro nombre propio, como lo han hecho históricamente. Seguimos teniendo claro que las discusiones sobre nuestra soberanía no son negociables. Los isleños tienen claro su deseo de permanecer como territorio británico de ultramar y nuestro compromiso de ser parte de la familia del Reino Unido, viviendo en libertad bajo el gobierno de nuestra elección”, concluyó.