Las últimas declaraciones del ministro Sergio Massa sobre las negociaciones con el FMI fueron críticas y dan cuenta que el dilatado entendimiento no está “tan cerquita” como afirmaba al inicio de la semana. Los técnicos de Hacienda y del Fondo evalúan en Washington cara a cara los puntos disonantes, mientras el precandidato presidencial de Unión por la Patria gestiona las ayudas de EEUU y de Alemania para la aprobación definitiva en la mesa directiva. Y también intercede China.
En principio el acuerdo se podría firmar mañana, y para eso Massa tendría que viajar hoy hacia Washington. Esta sería la señal inequívoca de que “todo estaría arreglado” y el ministro lo convalidará personalmente.
El ministro reniega de que el Fondo trate de imponer sus “recetas económicas” que implican, afirma, frenan el desarrollo porque son inflacionarias. Esto se relaciona con el recorte del déficit fiscal, que el organismo quiere llevarlo al 1,5% del PBI mientras que el Gobierno argentino pretende mantenerlo en el 1,9% como se había estipulado originalmente. Otro tema a resolver el adelanto de los desembolsos del FMI para robustecer las reservas en dólares del Banco Central, que rondaría los U$S 8.500 millones. Los saldos pendientes del programa que la Argentina mantiene con el FMI para la segunda mitad del año suman en total unos U$S 10.400 millones.
Esta incertidumbre generada por el prolongado acuerdo puso nervioso al ministro Massa y a los mercados financieros y bursátiles, que reaccionaron con prudencia y hacia la baja en algunos casos. A esta presión incidente para el jefe de la cartera Económica, se sumó en las últimas horas de los encumbrados empresarios argentinos.
El sector conocido como “el círculo rojo” espera una resolución pronta de la negociación con el Fondo que le pueda dar a la economía argentina “un marco de certidumbre”. Esto ocurrió el martes pasado durante una reunión con un grupo de empresarios del sector industrial en la que se anunció beneficios con medidas tributarias. Participaron de ese encuentro, entre otros, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja -foto-, el de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) Gustavo Weiss, el titular de la Confederación General Empresaria (Cgera) Marcelo Fernández, y Daniel Rosato, presidente de Industriales PyME Argentinos (IPA).
En declaraciones a la prensa, Funes de Rioja prefirió no arriesgar si habrá acuerdo esta semana con el FMI y qué características podría tener ese entendimiento: “no soy adivino”, se excusó. Mientras, el círculo rojo viene sosteniendo que la economía argentina necesita de un acuerdo nuevo con el Fondo para tener alguna chance de estabilidad macro. Funes de Rioja comentó que la “Argentina necesita confiabilidad internacional” para poder aspirar a contar con “las grandes inversiones” en la economía local, “y un acuerdo con el Fondo da un marco de certidumbre”, resaltó.
Al margen, el FMI informó que las economías emergentes se llevaron en 2022 la peor parte de la mayor fortaleza del dólar estadounidense en dos décadas, dado que las golpeó con salidas de capital, los precios de importación más altos y las condiciones financieras más restrictivas.