Por Bruno Farano
19 Julio 2023
TODO “OK”. En la concentración “santa”, Sansotre charló con LA GACETA y dejó en claro que vive un gran presente. Espera coronarlo con la vuelta a la titularidad.
Desde que llegó a San Martín Nicolás Sansotre es de los futbolistas más queridos por sus compañeros. Hombre frontal, correcto, tranquilo; sólo hace falta cruzar un par de palabras con él para darse cuenta de que está hecho de “buena madera”.
Hoy Sansotre luce renovado. Superó una lesión durísima y volvió en el mejor momento de San Martín en la temporada. Pero esa fue la frutilla del postre; antes los médicos habían encontrado el tratamiento adecuado para la enfermedad de “Pipe”, su pequeño hijo. De estos temas y del partido que el “santo” jugará esta noche con Racing, por Copa Argentina, habló Sansotre en Córdoba con LA GACETA.
- ¿Todo salió redondito, no?
- Sí; la verdad. El año pasado estaba viviendo un gran momento en lo futbolístico y sufrí la lesión. Pero el regreso fue soñado; en La Ciudadela repleta de gente, con el equipo ganando, con una ovación que no esperaba. Además habían ido mis viejos; y justo se dio cuando el gordo estaba progresando en su recuperación. Todo salió perfecto y eso me pone feliz.
- ¿No pensabas que el hincha iba a reconocerte como lo hizo?
- Y... no sé; me impactó. El hincha de San Martín siempre me mostró un cariño inmenso. Cuando el año pasado sucedió lo de “Pipe” el cariño que me brindaron fue increíble. En la calle me preguntan por mi familia, cómo está mi hijo, y la verdad es que eso llega más que cualquier elogio. Es hermoso.
- ¿Qué pensás de la empatía que tuvo el hincha con vos?
- Maru (su esposa) es la que se encarga de todo. Ella está en Buenos Aires y lleva adelante el proceso. Fue un momento muy duro cuando se descubrió la enfermedad de mi hijo. Salía de los entrenamientos pensando en cómo estaba, en qué pasaría. Gracias a Dios tuve la contención del club, de mis compañeros y del cuerpo técnico; es algo que agradeceré por siempre. Eso, sumado a mi forma de jugar, hizo que los hinchas se apegaran tanto a mí.
- ¿Cómo está tu hijo hoy?
- Muy bien. Él sufre síndrome nefrótico y necesita un trasplante de riñón. Está todo encaminado, pero no sabemos cuándo se va a dar. Lo importante es que él está bien; mejorando día a día. Sin embargo tiene que estar en Buenos Aires porque se atiende en el Hospital Italiano.
- ¿Cómo hacés para enfocarte en el fútbol con todo esto?
- Es difícil porque extrañás, querés estar con tu familia, te perdés cosas que no van a volver nunca más. Lamentablemente tengo que seguir todo a la distancia; pero lo hago porque amo mi profesión y estoy en el lugar en el que quiero estar. Además, veo que mi futuro es este; el que quiero. Por eso decidí pelearla desde acá.
- ¿No pensaste en largar todo?
- A mitad del año pasado, cuando el gordo estaba en el peor momento; pensé en que si salía alguna oferta de Buenos Aires me iba. Pero recibí una contención fundamental.
- ¿Qué papel cumplió el club?
- Estuvo detrás mío en todo momento. Pablo (De Muner) también fue clave. Habló con los dirigentes para que se hicieran cargo de los pasajes cuando lo necesitase, y los dirigentes se portaron muy bien. También cuando fue lo de la lesión. Son cosas que parecen simples, pero que en muchos clubes no pasan. Por eso estoy agradecido a San Martín.
- ¿Cómo ves el duelo con Racing?
- Bien. Habrá un gran ambiente, estamos motivados y estoy plenamente confiado en que podemos ganar. La idea del cuerpo técnico está clara.
- ¿Y ahora? ¿Qué sigue?
- Disfrutar; volver a jugar, sentirme como me sentía el año pasado y tratar de lograr lo que queremos. Sabemos que San Martín debe ascender, pero tenemos que estar tranquilos y no salirnos del foco, que es el partido a partido.
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