Desde hace ya un tiempo algo está cambiando en los hogares. Las nuevas dinámicas familiares y una nueva mentalidad frente a las tareas de cuidado y la corresponsabilidad están equiparando la crianza de los hijos por parte de hombres y mujeres. Hay una tendencia creciente a que el hombre asuma un rol más activo frente a la educación y la atención de sus hijos y en muchas familias ya es común ver que se hacen cargo de la crianza de sus hijos y de las tareas domésticas en condiciones similares a su pareja.
Después de varias décadas en que ellas fueron las únicas responsables del cuidado, a partir de su creciente incorporación en el mercado laboral, y teniendo que conciliar el trabajo dentro y fuera de casa, ahora son “ellos”, los hombres, los que se muestran más atentos a la rutina familiar, más responsables con sus hijos y buscando nuevas maneras de paternar para transformar la responsabilidad en tiempo de calidad.
Para conocer el nuevo rol de los padres y cómo viven su paternidad, el psicólogo Matías Criado y Diego Pins (facilitador de disciplina positiva), creadores de la cuenta de Instagram @paternando.ok realizaron una encuesta a padres, cuyos resultados permiten entender el rol activo de los varones en los últimos años en relación a la crianza de sus hijos.
Sin modelo positivo
Según la encuesta, el 76% asegura haber tenido muy pocos o ningún modelo positivo de crianza; aun más, el 52% reconoció que no está repitiendo los mismos patrones de crianza que recibió; y el 78% afirma que siente que lo está haciendo mejor que sus propios padres.
En cuanto a cómo se sienten paternando y lo que más les gusta hacer, el 60% reconoce que disfruta de educar, jugar y realizar todas las actividades vinculadas a su hijo. El 33% disfruta tener la posibilidad de modificar patrones de crianza. Relacionado a conciliar el rol de padre con otras actividades, solo el 27% siente que puede equilibrar su vida laboral con las responsabilidades que implican la crianza, mientras que un 75% siente que lo logran poco y nada.
Cuando se les preguntó qué es lo más difícil de la paternidad, el 42% respondió: “lograr tener momentos y espacios para estar solo”; el 21% dice que es encontrar el equilibrio entre las actividades laborales y las familiares; el 18% considera que lo es la crianza en sí misma y finalmente el 15% pone la relación con la pareja como lo más complicado.
La llegada de hijos a una casa supone un cambio en la vida de la pareja. Aunque esta crisis no es una novedad, sigue siendo una alerta que se desprende de la encuesta ya que el 50% reconoce que su pareja empeoró con la llegada de los hijos, para un 36% que dice mejoró; y para un 12% que afirma que no modificó nada.