Ariel Montero, secretario general de la filial Tucumán del SADRA (Sindicato de Árbitros Deportivos de la República Argentina) se transformó en el segundo juez de nuestra provincia que le ganó una demanda a la AFA.
En marzo pasado, Maximiliano Salado Paz había obtenido un veredicto favorable a su demanda por haber sido apartado de las designaciones por pertenecer a un gremio enfrentado a la conducción de Claudio Tapia. En aquel momento, la casa madre de nuestro fútbol también fue multada por “práctica desleal”.
Ahora, fue Montero el que recibió un dictamen a su favor. La semana pasada, el Juzgado Nacional de Primera Instancia del Trabajo N°67 determinó que el juez tucumano debe ser repuesto en la conducción de partidos en la misma proporción que lo hacía antes del acto discriminatorio de AFA. Además deberá recibir, en concepto de daño moral 1,6 millones de pesos.
“Este problema viene desde 2018. Estoy bien, con ganas. Me sigo cuidando como siempre y voy a dirigir hasta donde me den las piernas”, le aseguró Montero a LA GACETA, en cancha de Almirante Brown, mientras veía la semifinal de la “Copa Provincia de Tucumán” entre San Pablo y Deportivo Llorens.
Montero, que lleva 18 años como árbitro de la AFA, tiene ganas de seguir con su carrera. “Fue muy injusto lo que pasó. Creo que solamente unos cuantos pícaros sacaron beneficios de la situación. La verdad es que mucha gente me decepcionó”, concluyó el juez.