Por Bruno Farano
06 Julio 2023
PARA BAJAR LOS DECIBELES. Luego del entrenamiento en el que Frontini ajustó detalles de cara al duelo del sábado, el plantel se relajó comiendo un asado. LA GACETA / FOTOS DE INÉS QUINTEROS ORIO
Cuando Pablo Frontini hizo sonar el silbato para decretar el final del entrenamiento matutino, desde el quincho más cercano al vestuario un exquisito aroma iba llegando a la cancha número 1 del complejo “Natalio Mirkin”.
Rodrigo Cano, uno de los utileros que tiene el plantel, aceleraba el tradicional asado semanal; que esta vez tuvo un sabor especial para los futbolistas.
En las últimas semanas, el entrenador les había prometido a sus pupilos que si ganaban determinados partidos, él iba a hacerse cargo de todas las compras. “Me tocó pagar esa apuesta; pero lo hice con total gusto”, explicó Frontini ante la consulta de LA GACETA.
CUMPLIÓ. El DT había prometido un asado a cambio de buenos resultados.
El DT sonríe de manera cómplice. Nota que su equipo está creciendo en lo futbolístico, pero que también el lazo se va haciendo fuerte fuera de la cancha. Y eso lo deja totalmente satisfecho. “Les había prometido y me tocó cumplir. Esto es así”, aseguró en el preciso momento en el que los lesionados Matías Kabalín y Juan Imbert se acercaban a la parrilla para charlar con Cano y comenzar a degustar una picada. “Estas cosas suman mucho en lo grupal, en el aspecto humano. A los muchachos los veo muy bien; cada vez mejor, con ganas. Esto fortalece más y cuando ves que se quedan, que la pasan bien en los entrenamientos y que todo va sumando, te alegrás. La unión es uno de los secretos para lograr cosas importantes en el fútbol; a eso estamos apuntando en este proceso”, agregó.
En los últimos entrenamientos, Frontini y su cuerpo técnico apuntaron de manera directa al juego con Temperley. En La Ciudadela saben que para comenzar a calzarse de manera definitiva el traje de candidato es imprescindible que el equipo pueda comenzar a ganar partidos de manera consecutiva. “Si ganamos todos los partidos, terminaremos primeros. A eso tenemos que apuntar; y en ese sentido estamos trabajando”, avisó el DT.
En una parrilla gigante, Cano asaba 30 kilos de carne. El banquete no era exclusivo para los futbolistas; también habían sido invitados los integrantes del cuerpo técnico, el staff médico y los auxiliares. “Los cortes siempre son mis mismos: vacío, costillas, tapa de asado, entrañas y chorizos”, dijo Cano, dejando en claro el pedido. “La idea es que el asado salga en su punto justo”.
El paso de los futbolistas por el vestuario fue un poco más rápido de lo habitual. Los jugadores se bañaron y bajaron a disfrutar la previa del almuerzo.
Kabalín, Imbert, Pío Bonacci, Nicolás Moreno y los encargados del departamento fútbol, Franco Ghiani y Miguel Romero, charlaban animadamente mientras compartían mates y picada.
El clima distendido dejaba en claro que en San Martín el ánimo está en el punto justo para encarar el desafío de posicionar al equipo entre los candidatos a ganar la zona A.
Así lo hizo saber Brian Andrada. “Estamos con ganas de seguir mejorando. Hay que ganar más partidos para que el entrenador pague más asados”, dijo antes de lanzar una carcajada y de levantarle el pulgar a la labor de “Rodri” al frente de la parrilla. “‘Cachete’ tiene un 10 como asador. Es buenísimo. Debería jugarse y pagarle uno de los periodistas para que todos comprueben lo bien que le salen los asados”, remató.
Una opción más para el ataque
Pío Bonacci comenzó a trabajar a la par de sus compañeros tras haberse recuperado de la fractura del quinto metatarsiano del pie izquierdo. “Estoy bien, esperando recuperar mi mejor versión física”, aseguró en diálogo con LA GACETA. Durante el entrenamiento de hoy, Frontini terminará de decidir quiénes reemplazarán a los suspendidos Meritello y Banegas. Lo confirmado es que Dening volverá al equipo titular.
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