Mientras el Gobierno nacional busca un nuevo acuerdo con el FMI, y en un contexto eleccionario en la Argentina, el Banco Central (BCRA) sufre una descapitalización que puede llevar a un escenario de mayor inflación, las reservas brutas serían inferiores a los U$S 10.000 millones, según el analista de mercado Salvador Di Stefano.
“La inflación está creciendo por encima de la evolución del dólar en todas sus variantes”, aseguró el economista. El dólar mayorista en los últimos 12 meses subió el 105,0. Si en el mes de junio la inflación se ubica en el 7,0% anual, en últimos 12 meses se ubicaría en el 117,8% anual. El dólar Contado Con Liquidación (CCL) termino junio en $ 512,40 en los últimos 12 meses subió el 102,4%.
“Si miramos al Banco Central observamos que al 30 de junio del año 2022 las reservas eran de U$S 42.787 millones, este viernes cerraron en U$S 27.993 millones, una baja de U$S 14.794 millones en un año, más de U$S 1.000 millones de perdida por mes”, detalló Di Stefano en su informe publicado en su blog personal.
Los pasivos monetarios al 30 de junio de 2022 sumaban $ 10,9 billones. Al 23 de junio de este año sumaban $ 22,0 billones, esto implica una suba del 102,0% anual.
El dólar de equilibrio un año atrás era de $ 254,8 y hoy se ubicaría en $ 785,9, hace un año atrás los dólares alternativos estaban en torno de $ 250, hoy en torno de $ 500. “Parece que tenemos un poquito de atraso”, planteó.
Además, describió un escenario más crítico en los próximos meses.
Las exportaciones se ubican en U$S 80.500 millones y las importaciones en 79.476 millones, lo que nos deja como resultado un saldo positivo de U$S 1.024 millones, según la balanza comercial argentina medida por el Indec en los últimos 12 meses. “Un año atrás el saldo de la balanza comercial era positivo en U$S 10.954 millones. La sequía nos deja sin dólares”, advirtió el economista.
Si no se hubieran pedido anticipo de exportaciones o postergado pago de importaciones, las reservas brutas serían inferiores a los U$S 10.000 millones, las reales altamente negativas.
A modo de conclusión, Di Stefano consideró: “Tenemos un escenario muy restrictivo en materia de dólares, a través de parches el actual gobierno puede llegar al 10 de diciembre del año 2023, pero no estará exento de asumir altos costos en materia económica, que impactarán en una mayor inflación y conflictividad social”.
El próximo gobierno deberá trabajar a futuro en dos planos, incrementar las reservas en forma genuina, ya no sirve más financiamiento, ahora es necesario vender activos del Estado para incrementar las reservas y ponernos al día con los importadores, empresas que necesitan pagar deudas al exterior y remesar utilidades, en estos tres conceptos estamos hablando de una suma cercana a los U$S 50.000 millones. Por otro lado, hay que cancelar deuda en pesos para reducir el pasivo del Banco Central.
Levantar el cepo al dólar implicaría ponerse al día con todos los conceptos expresados en el punto anterior. “No parece posible que el cepo pueda levantarse en el primer año del próximo gobierno, aunque los candidatos se esfuercen por decir que esto es posible”, advirtió.
La descapitalización del Banco Central es enorme, y esto obligaría a que el próximo gobierno venda activos, logre superávit fiscal con la tesorería y cancele deudas en pesos alocada en el Banco Central, para que los bancos inyecten más crédito a la economía.
Por último, dijo que la brecha entre los pasivos monetarios y las reservas es muy elevada, y el dólar mayorista en $ 256,7 y los dólares alternativos en torno de $ 500 lucen a un precio de fantasía, podrían estar al doble a fin de año. La inflación anualizada en torno del 117,8% anual, podría duplicarse si no se opera con mayor responsabilidad en los problemas del Estado.