Casi desapercibida por el descenso de contagios, la enfermedad causada por el mosquito Aedes aegypti genera inquietud y sorpresa porque es inusual que la epidemia persista ya entrado el invierno. Cierto es que la temporada fría ha comenzado de manera “light” y por lo tanto las condiciones para la actividad del vector transmisor se mantienen y por ello en la “semana epidemiológica” del 19 al 26 de junio se registraron 721 contagios, unos 100 por día, y en la semana siguiente se contabilizaron 400, con lo que se verifica el paulatino descenso que se advirtió a partir de finales de mayo.
“Hoy, por ejemplo, hace más de 20°C; y esto trae como consecuencia que haya mosquitos adultos. Mientras haya personas que estén cursando la enfermedad, es normal que el mosquito las pique y transmita la enfermedad”, dijo hace dos días el ministro de Salud de la provincia.
Tucumán se acerca a los 40.000 casos este año, una cifra que enciende todas las alarmas (hasta el lunes fueron notificados 38.928 contagios), puesto que en la anterior epidemia (en 2020) se registraron 7.806 personas infectadas. A nivel nacional ha sido la peor epidemia de dengue que ha ocurrido en toda la historia de Argentina. Se registró un récord de 122.854 casos desde enero pasado y Tucumán es la provincia más afectada. En 2023 se multiplicó por cinco la cantidad de tucumanos afectados. También se han producido 65 muertes durante 2023. Esa cifra incluye a nueve fallecidos en nuestra provincia. En 36 pacientes fallecidos se registraron una o más comorbilidades siendo las más frecuentes obesidad, diabetes y enfermedad neurológica crónica, mientras que 18 casos no poseían comorbilidades y en 11 no se registraron datos.
En la actualidad, el porcentaje de casos activos ha disminuido a menos del 1%. “Es importante reforzar las medidas de prevención; dentro de estas la más importante es evitar la presencia de criaderos del mosquito vector de esta y otras enfermedades virales. Estas acciones deben sostenerse durante el invierno para afrontar mejor futuras temporadas”, sostuvo una experta. Sin embargo, como siguen registrándose casos y esto es bastante atípico para esta época del año, hay preocupación en las autoridades. A diario se realizan operativos de bloqueo por los casos de dengue. Actualmente hay contagios en el Gran San Miguel de Tucumán. Pero la epidemia se declararía terminada solo cuando hayan pasado dos semanas sin casos nuevos.
¿Qué sucederá después? “Creemos que estamos en las últimas semanas. Al no haber vacuna lo que debemos hacer es erradicar todos los criaderos de mosquitos que podamos tener en nuestra casa o alrededor”, dijo el ministro de Salud. Entre las recomendaciones a largo plazo están las tareas específicas de fumigación y descacharreo, que son responsabilidad principalmente de las autoridades, que deberían intensificar las campañas de concientización y el movimiento para mostrar a la comunidad que no se han bajado los brazos en tiempos en que hay que combatir las larvas del mosquito, para eliminar los criaderos.
Y en el caso de los ciudadanos, convendría que fumiguen dentro de las casas, puesto que el Aedes aegypti tiene una gran capacidad de adaptación a las condiciones propias del lugar donde está viviendo. Aunque hay menos insectos que durante el verano -advirtieron los expertos-, no dejan de estar presentes: suelen resguardarse dentro de los domicilios, donde están protegidos de las precipitaciones y con una temperatura más cálida que puede permitirles alimentarse y seguir con su ciclo reproductivo y de proliferación.