En el marco de la cumbre de presidentes del Mercosur en Iguazú, se reunieron ayer los cancilleres de la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. También hubo un encuentro entre los presidentes de los bancos centrales de los socios del mercado común con el ministro de Economía, Sergio Massa, en lo que fue la antesala de la cumbre presidencial prevista para hoy.
Los cancilleres volvieron generar fuertes debates acerca de las asimetrías en el bloque y las negociaciones por Tratados de Libre Comercio (TLC). En esta ocasión, el titular del Palacio San Martín, Santiago Cafiero, abordó el controvertido acuerdo con la Unión Europea, que viene acaparando la atención de la opinión pública.
En el semestre que la Argentina tuvo la Presidencia pro tempore del bloque, las negociaciones con Bruselas volvieron a tomar notoriedad, especialmente por que agrega al acuerdo firmado en 2019 nuevos requisitos que, desde la posición de Buenos Aires, son una especie de “proteccionismo verde”. Y amplió la crítica: “supone en la práctica una protección de los productos de los países desarrollados que afecta el comercio en general y, muy especialmente, a los productores de alimentos”.
Luego, Cafiero pidió también tratar el tema con datos concretos que salgan de los “discursos ideologizados”. Y reafirmó, una vez más, su intención de “diversificar” la agenda externa del Mercosur, pero aclaró que tratar estos temas bajo la dicotomía “firmar o no firmar” es una “simplificación mediática”.
“La Argentina comparte el objetivo de avanzar en el acuerdo y ha trabajado en este sentido”, remarcó el canciller argentino, quien además estimó que un entendimiento con el viejo continente podría ser “un vehículo eficaz para que el Mercosur pueda potenciar su participación en el reacomodamiento global” y para “catalizar inversiones”.
Las críticas expuestas por Cafiero ante sus pares en Iguazú es la reiteración de lo dicho por el presidente, Alberto Fernández, y por su par brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien durante las últimas semanas fue crítico de las nuevas pretensiones europeas.
Massa, Moneda y el FMI
En tanto, durante la reunión de los presidentes de los bancos centrales de los países que componen el Mercosur, Massa puso énfasis en su pedido: “para fortalecer el comercio intra Mercosur es fundamental consolidar los acuerdos en moneda local entre nuestros países”.
El funcionario y su equipo consideran que el eje de la reunión “es la convergencia macroeconómica y moneda común” y la agenda de mejoras de los sistemas de pago como instrumento para el uso de las monedas locales.
Massa estuvo acompañado por el secretario de Política Económica, Gabriel Rubinstein; su par de Asuntos Económicos y Financieros Internacionales, Marco Lavagna; el presidente del BCRA, Miguel Pesce; y el ex ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez.
Antes de este encuentro, la “mesa chica” del equipo de Economía tuvo una reunión para evaluar la negociación con el Fondo y el viaje de funcionarios a EEUU para la etapa final del acuerdo técnico que, a la fecha, redondea los 80 días de negociación. Entre idas y vueltas, el Gobierno pagó U$S 2.700 millones que sumaban dos vencimientos del mes pasado.
En el Palacio de Hacienda confían en que esta semana se activará la última parte del proceso. Una vez aprobada la quinta revisión del acuerdo y la reformulación del actual programa del FMI, habría un desembolso de U$S 6.800 millones para reforzar las reservas. Los tiempos urgen, ya que hay un nuevo vencimiento el viernes por U$S 1.300 millones, otros U$S 650 millones la próxima semana, y U$S 680 millones el último viernes de julio.
La rebeldía de Uruguay: el Gobierno de Montevideo quiere dejar el Mercosur en su condición de socio fundador
El discurso del canciller uruguayo Francisco Bustillo reiteró la firme posición del Gobierno oriental de que “en algún momento se tendrá que plantear” la posibilidad “de dejar el Mercosur en su condición de Estado fundacional y pasar a ser un Estado asociado”. No es la primera vez que Uruguay amenaza al bloque ya que, hace algunos años, el presidente Luis Lacalle Pou habló de “lastre” al referirse a sus socios, en especial a la Argentina. También realizó críticas al proceso de Licencias no Automáticas a las importaciones que implementó Argentina y que, según Bustillo traban a 600 solicitudes orientales.