El 24° Julio Cultural Universitario concentró su apertura anoche en el teatro Alberdi (Jujuy y Crisóstomo Álvarez). Allí se preveía el inicio de las actividades ayer, al cierre de esta edición. En la zona de la boletería se inauguraba la muestra colectiva de arte “Ronda de amigos”, organizada por Clodomiro Lazarte, con artistas plásticos tucumanos e invitados de Chile y Brasil. Mientras tanto, en la vereda del teatro hubo intervenciones artísticas, y luego de las palabras de bienvenida de Sergio José Pagani, rector de la UNT, en la sala mayor se realizaba el Concierto Sinfónico Coral de Apertura.
A las 21 estaba por comenzar la primera función, con entradas agotadas. Hoy, a la misma hora, tendrá lugar la segunda con Gustavo Guersman en la dirección general.
Hace medio siglo que conocemos cómo es “El lado oscuro de la Luna”, según la composición psicodélica de la música de Pink Floyd. La emblemática obra del grupo británico, que suena con una vigencia que asombra en música y texto, es la obra elegida para estos conciertos. Los intérpretes son la Orquesta Juvenil de la UNT, que encabeza Guersman, la banda The Worms y el Coro Universitario de Tucumán (CUT), dirigido por Lucas Sorroza Díaz.
Cómo surge
Tras haber recibido la propuesta del sinfónico-coral por parte de The Worms (ver “Música...”), Guersman cuenta que, “siguiendo la secuencia natural, lo que yo hago es pedir la partitura y analizar las posibilidades y la concepción estética, para ver si va con nuestra forma de trabajo y con nuestra idea estética de lo que significan estos espectáculos no convencionales”. “Tenemos alguna experiencia al respecto con otros artistas populares, y siempre hemos seguido una línea que tiene que ver con cierta calidad, cierto mensaje, algo que realmente movilice y que nos haga pensar a través de las sensaciones que genera la música”, explica.
En este caso, “el repertorio tiene que ver con mi generación; sabemos ya que es un disco del año 73 y que en su momento tuvo una repercusión increíble”. “Durante 19 años fue el más vendido: llegó a los 50 millones de placas. Se trata de lenguajes que nutren y enriquecen a todo lo que hace a la formación de los músicos jóvenes y que impactan también sobre el público, que lo recibe de una manera diferente”, afirma.
Música cercana
“La época en que se concibió la obra la vemos muy distante; sin embargo, al estudiar esa música, es muy cercana. Por ejemplo, todo lo que hace a la electrónica, que experimentaban los grupos de entonces. Pero Pink Floyd en particular lo hacía con ruidos, con sonidos digitales, con mucha electrónica... Por eso hacer participar a una orquesta sinfónica y a un coro, sumándole colores y timbres al tributo, que está muy bien hecho por el grupo The Worms, me pareció muy interesante”.
El director destaca el aprendizaje para los jóvenes músicos de la orquesta, ya que algunos conocían la obra a través de sus padres, “pero muchos otros no tenían ni idea de qué era Pink Floyd, porque generacionalmente están bastante lejanos”. Por otra parte, señala que los ensayos se llevaron muy bien y que las partes se unieron en la semana.
“Es una nueva experiencia realizada con artistas de Tucumán -destaca-. Tanto el grupo The Worms como el arreglador, la orquesta, el CUT y las chicas que hacen las voces de los coros del grupo, todo funcionó muy organizado. Igualmente en que hace al equipo de la técnica del teatro Alberdi, que posibilita proyecciones e iluminación, una puesta en escena para un espectáculo que no sólo es musical sino también visual”.
La interpretación
Por otro lado Guersman se refiere a las diferencias de recepción entre el público de 1973 y el de ahora. “Es un desafío en cuanto a la interpretación -expresa-, lo cual también nos pasa en la música clásica. La mirada del mundo, la forma en que percibimos las emociones, están rodeadas por un contexto muy distinto. Hoy hay una fugacidad que nos interpela todo el tiempo; hay una impaciencia para que las cosas sean efímeras. Pink Floyd, en esta obra, iba por otro lado: nos interpelaba para que reflexionáramos un poco más. También es interesante ver cómo escucha un público en el que puede haber seguidores de siempre, pero también otros nuevos, con otra manera de percibir el mundo”.
Música y mística por The Worms
The Worms ha madurado interpretando el repertorio de Pink Floyd. La banda es de tucumanos que sienten una profunda admiración por la música y la mística de los británicos, y que recrea desde hace más de 15 años su propuesta artística en numerosos escenarios de la provincia.
La integran Isaac Llovera en voz; Nacho Luna y Caeto Véliz en guitarras; Augusto Gallegos en bajo; Lucho Lazarte en teclados; Humberto Salazar en batería; Davina D’Onofrio Durán, Paula Sanna y Julieta Salazar en coros e Isaías Ibrahim Ordóñez (integrante de la Orquesta Juvenil de la UNT) en saxo. Gallegos le respondió a LA GACETA.
- ¿Por qué es especial este tributo con la Juvenil y el Coro Universitario de la UNT?
- Estamos convencidos de que cada actuación es una oportunidad de crecimiento porque conlleva un compromiso, no sólo con la música, sino con la propuesta o con el disco que queremos interpretar. Nuestra primera experiencia sinfónica fue en 2022, junto con la Orquesta Divino Niño, y tuvimos que adaptarnos a la idea de tocar con muchos más músicos que lo acostumbrado. Fue una experiencia enriquecedora.
- ¿Cómo se han sentido en los ensayos?
- Tanto la Orquesta Juvenil como el Coro son superprofesionales, con muchísima experiencia. Los directores Gustavo Guersman y Lucas Sorroza Díaz estuvieron totalmente abocados al concierto, y abiertos a toda sugerencia que surgiera. La cohesión entre la banda y la Orquesta fue inmediata. Hemos adaptado un sistema de monitoreo intraural para los músicos de The Worms, de manera de eliminar la mayor cantidad de monitores de piso del escenario para evitar la contaminación sonora, y darle lugar a la Juvenil. La adición del Coro fue una experiencia exquisita. La primera vez que vinieron a ensayo ya nos dejaron con la boca abierta. Los ensayos se desarrollaron en perfecta armonía, y en los últimos días fueron en el escenario, lo cual fue fundamental para terminar de dar forma al concierto.
- ¿Quién hizo los arreglos?
- Los arreglos para la orquesta y para el coro fueron escritos por Juan Valenzuela, con aportes posteriores de Isaac Llovera. Mención especial para el maestro Guersman, ya que facilitó la lectura de forma sencilla para todos. Este gran show pudo concretarse gracias al esfuerzo no solo de las bandas y de los directores, sino también de la directora del teatro Alberdi, María Silvia Barboza, así como de todos los técnicos y auxiliares de esta hermosa sala.