Los resultados de las pruebas Aprender 2022 de secundaria no son alentadores. Las cifras dejaron al descubierto que a nivel nacional hubo un retroceso de niveles de aprendizaje con respecto a la edición anterior; hasta 11 puntos menos en Matemáticas y hasta 4,7 en Lengua. Si bien Tucumán alcanzó valores cercanos al promedio, el Ministerio de Educación provincial aseguró que se están tomando medidas para abordar la situación de manera integral.
Los datos difundidos por la Secretaría de Evaluación e Información Educativa establecen que el 82,4% de los alumnos se ubicaron en los niveles más bajos de desempeño en Matemática y un 43% en Lengua. En contraste, los resultados son más críticos entre los alumnos de nivel socioeconómico bajo: el 93% no alcanza el nivel esperado en Matemática.
También hay diferencias en las cifras de los estudiantes de escuelas estatales y de gestión privada; el 88,4% de los primeros queda en los niveles de desempeño más bajos en Matemática, mientras que los privados llegaron al 70,1%.
“No sorprenden”
La doctora neuropediatra Sandra Berta explicó que, desde antes de la pandemia, ya se había detectado una caída de niveles educativos. “Las condiciones socioeconómicas y culturales, sobre todo en los niños con más necesidades, repercutieron negativamente en los aprendizajes”, sostiene. Insistió en que “los resultados no sorprenden”, pero “la pregunta es en qué momento vamos a estar dispuestos a considerar los verdaderos motivos que desencadenan los resultados y ponerles un freno”.
La profesional considera que el primer paso es “entender por qué los chicos no aprenden”. “La base del problema es la no detección temprana de las dificultades, lo que está motivando a que los niños no aprendan”.
A esto Paulo Falcón le atribuye un motivo: “Los datos muestran que las políticas educativas desplegadas nacional y provincialmente a partir de la pandemia fracasaron”. El abogado, que se desempeñó como director de Gestión Universitaria de la Nación, ve en la problemática una oportunidad para “pensar y diseñar las políticas públicas”.
Según dijo, “Argentina vive una verdadera tragedia educativa” que requiere seriedad en el análisis de datos, políticas efectivas de revinculación escolar y fuertes campañas de lectoescritura que tengan impacto.
Falcón aseguró que “es urgente pensar que la inclusión y la calidad deben ir de la mano”, ya que de lo contrario el sistema educativo “seguirá reproduciendo inequidad social”. Y fundamentó: “Que haya ricos con acceso a buena educación y sectores pobres con mala educación, consolida el círculo de pobreza y marginación social”.
Huellas de la pandemia
Asimismo, el miembro de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), puso a las políticas implementadas durante la pandemia como parte del problema; en especial, el cierre de las escuelas.
“Cuando en su momento se alertó sobre medidas tomadas, lejos de basarse en la evidencia, dieron continuidad a un conjunto de definiciones que atentaron con la calidad y dejaron fuera del proceso educativo a miles de estudiantes”, expresó.
El docente universitario también se refirió a la salud mental en las comunidades educativas, sosteniendo que “la ausencia de políticas que pongan sobre el tapete estas cuestiones impidió detectar, atender y acompañar a muchas personas que lo requerían durante la pandemia y a partir de ella”.
Es por eso que criticó “la poca consideración hacia docentes y directivos”, tanto en cuestiones salariales como en aspectos formativos y de contención y promoción, y la “baja inversión y el recorte presupuestario” a las políticas educativas.
“Estos déficits se verifican en el grado, año o nivel educativo posterior. Eso era sabido antes de la prueba Aprender. Sabiendo esto y que se haya insistido en medidas que produjeron estos resultados, es de necios que no miden el daño que le hacen al futuro del país”, apuntó Falcón.
Más cifras
De las evaluaciones participaron 397.687 estudiantes de 5° y 6° año de 11.672 escuelas en todo el país. El panorama más crítico se da en Chaco (92,7% de los alumnos se mantuvieron en niveles básicos y bajos), Santiago del Estero (92%), Catamarca (91,7%), La Rioja (91,1%), Formosa (90,8) y Misiones (90,5%).
En particular, la asignatura que obtuvo cifras más bajas fue Matemática, donde se estima que ocho de cada 10 estudiantes de secundaria no alcanzan el nivel esperado. Este panorama implica un retroceso de 11 puntos porcentuales con respecto a la edición anterior de la prueba, realizada en 2019.
La jurisdicción que mejor resultado obtuvo, aunque sigue siendo una cifra mayor al 50% de los estudiantes, es CABA; allí, el 62,8% de los alumnos se mantuvieron entre los niveles básicos y bajos de aprendizaje. En contraste, la provincia más comprometida es Chaco, con el 92,7%. En este escenario, Tucumán se ubica con el 87,9% de los adolescentes de último año con promedios regulares.
En tanto, en Lengua también se mostraron números desalentadores, aunque no tan preocupantes. Un 43% quedó en los niveles de aprendizaje más bajos. Allí la caída fue de 4,7 puntos porcentuales con respecto a 2019.
Tucumán se mantuvo en un 48,8%, cerca del promedio nacional; las mejores cifras las obtuvo CABA, con un 29,2%, y las peores, Chubut, con un 81,9%.
Asimismo, los resultados de las pruebas Aprender detectaron que la brecha entre las provincias se redujo: las de mayores recursos experimentaron mayores caídas que las que tenían desempeños más bajos, con retrocesos menores.
Otro detalle es que, por primera vez desde que se toman las evaluaciones nacionales, casi no hay alumnos que logren desempeños destacados; sólo un 0,1% se ubica en ese nivel.