La vigésima parte de un segundo; a eso estuvo la Ferrari de Charles Leclerc de quitarle a Max Verstappen la pole position en la clasificación para el GP de Austria, que se correrá mañana. El neerlandés partirá primero en la grilla por sexta vez en la temporada (cuarta consecutiva), pero esta vez no tuvo la comodidad de las clasificaciones anteriores, donde prácticamente no hubo quién le hiciera sombra. Esta vez, el monegasco estuvo a punto de dar el golpe en la mismísima casa de Red Bull, y aunque no alcanzó a desbancar al campeón, sí le dio un gran motivo de festejo a Ferrari, que viene recuperándose fecha a fecha tras un inicio para el olvido. Carlos Sainz, piloto de la otra máquina de la escudería italiana, completó el podio de salida en el circuito Red Bull Ring.
El apuro que debió pasar “Mad Max” fue sólo una de las incidencias de una qualy accidentada, en la que se anularon más de 20 tiempos como sanción por exceder los límites de la pista. Entre ellos, los de Sergio Pérez, que desde su accidente en la clasificación de Mónaco no para de sumar disgustos. Esta vez, el mexicano venía al ritmo de Verstappen, pero en tres ocasiones se salió de la pista, por lo que fue sancionado y deberá largar decimoquinto. Lo que había logrado construir en las primeras carreras se desmoronó: “Checo” ya no es rival para su compañero.
Algo similar le viene ocurriendo a Fernando Alonso. El piloto de Aston Martin parecía ser el único capaz de perseguir a los Red Bull, pero en las últimas carreras fue perdiendo chispa y en Austria deberá largar séptimo, por detrás incluso de su compañero Lance Stroll.
Cabe recordar que hoy se correrá el segundo sprint de la temporada (el primero fue en Azerbaiyán), carrera que no tiene implicancia en el GP de mañana.